Hoy en día existen tantos productores de chocolate de calidad alrededor del mundo que encontrar al mejor podría ser igual de difícil que encontrar un M&M en un plato de confeti.
Estados Unidos, seis chefs pasteleros seleccionaron las barras y bombones a las que recurren cuando el antojo por el cacao los invade.
1. Bombones Patrick Roger Chocohólico: Dominique Ansel de Dominique Ansel Bakery and Kitchen
«He estado viajando este año entre Nueva York, Tokio y Londres», dijo Dominique Ansel, quien recién abrió una de sus panaderías en Reino Unido. Pero, cuando el rey Cronut necesita de un tiempo consigo mismo, busca una caja de bombones del chocolatier Patrick Roger, cuyas boutiques parisinas están decoradas con galerías escultóricas de orangutanes, mantis religiosas y Pensadores que elabora con cacao.
«Patrick es un artista increíble, y sus chocolates son hermosos. Lo que más disfruto de los bombones de chocolate son los ganaches que tienen sabores increíblemente vivos. No necesito leer o saber qué sabores hay en la caja. Todos son potentes, frescos, hermosos».
2. Barra Rustic Crunch de Fruition Chocohólica: Camille Cogswell de Zahav
Camille Cogswell, chef repostera de 24 años del restaurante de comida israelí Zahav en Filadelfia, pasa sus días sumergida en exóticas especias. Sin embargo, cuando llega la hora de darse un gusto, lo mantiene simple.
«Mi barra favorita de chocolate es Rustic Crunch de Fruition, se trata de una barra de cacao 100 por ciento peruano, chocolate oscuro con granos de cacao tostado incrustados que son explosiones de sabor afrutado», dice Cogswell.
3. Barras Rogue Chocolatier Chocohólica: Samantha Kincaid de High Street on Hudson en Manhattan
Las barras de Rogue Chocolatier son mis favoritas, en su mayoría, son más brillantes y ligeras, lo que permite que se expresen todos los matices», dice Samantha Kincaid, la chef detrás de los bizcochos, profiteroles de chocolate tostado y los famosos de Instagram: los Red-Eye Danish en High Street en Hudson de Manhattan.
Colin Gasko, el chocolatier de esta operación con sede en Three Rivers, Massachusetts, «es un chocolatier complejo, humilde, autocrítico y artístico. Él construye y reconstruye parte de su equipo para mejorar su proceso».
4. Barras de Dandelion Chocolate Chocohólico: William Werner de Craftsman & Wolves
Cuando William Werner necesita una cura a base de chocolate no tiene que ir muy lejos. «Dandelion Chocolate es nuestro vecino aquí en San Francisco», de hecho están a un lado del taller de repostería de Werner, Craftsman & Wolves, en Mission.
«Frecuentemente paso por su tienda por mis dos favoritos: el Camino Verde, una agradable y audaz barra de cacao ecuatoriano con la textura de la mantequilla de almendra y un toque de taninos al inicio, y el San Juan Trinidad, una barra cremosa con 70 por ciento de cacao y notas de endivia y vainilla al final».
Ambas se agotan rápidamente, y la San Juan se trata de una versión limitada. «Una vez que se termina, se termina».
5. Bombones Bon Bon Bon Chocohólica: Lisa Ludwinski de Sister Pie
«Lo que Alexandra Clark, la dueña de Bon Bon Bon, hace es muy al estilo Willy Wonka», dice Lisa Ludwinski, chef pastelera en Sister Pie en Detroit. «Ella usa ese estilo de empaque de cartón reciclado que requiere un cuchillo para poder abrirlo. Uno tiene que trabajar por cada uno de esos pequeños caprichos de chocolate».
Con sede en Hamtramck -«básicamente una ciudad dentro de la ciudad de Detroit»- Clark y todo el personal femenino de Bon Bon Bon diseña bombones con ingredientes que en otro contexto podrían sonar fuera de lugar: Confitura de tomates verdes, paté de peras y pepita gianduja.