De acuerdo a nuevos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de 350 millones de personas en el mundo son infectadas con alguna enfermedad de transmisión sexual. Gonorrea, sífilis y clamidia son algunas de las más frecuentes y se contagian a través de contacto sexual vaginal, anal u oral. Estas infecciones también se suman al vertiginoso aumento de contagio de VIH.
En la actualidad, los expertos de la salud se están refiriendo a la transmisión de las ETS como una epidemia de la cual pocos se están haciendo cargo, haciendo el llamado a quienes tengan la sospecha de haber sido infectados a realizarse los exámenes inmediatamente y tomar las medidas de cuidado necesarias.
Hoy existen diversos tratamientos con antibióticos que combaten las bacterias que provocan sífilis, clamidia o gonorrea, sin embargo, la automedicación y el uso no supervisado de estos medicamentos para resfríos o infecciones cotidianas, están llevando a que pierdan sus efectos en el tratamiento de ETS.
Respecto a la gonorrea el caso es más complejo. Esto, ya que la bacteria que la provoca, la Neisseria gonorrhoeae, es más fuerte que los fármacos disponibles y, por lo tanto, no está reaccionando al tratamiento. De acuerdo a Francisco Botía Martínez, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, esto ya estaría alcanzando aristas estatales dado que “las bacterias resistentes a los antibióticos pueden suponer un grave problema de salud pública. De hecho, ya empieza a serlo”.
Con una mayor cantidad de pacientes infectados se encuentra la clamidia, con más de 400 mil casos registrados sólo en Europa, siendo superior su concentración en mujeres. Mientras, 24.541 personas han sido diagnosticadas con sífilis, alcanzando las mayores tasas entre los hombres.
La pérdida del miedo
Según expertos del Grupo Español para la Investigación de las ETS/Sida de la Academia Española de Dermatología y Venereología, el aumento de la transmisión de estas enfermedades puede ser estudiado desde distintos puntos. No obstante, una de las mayores complicaciones son la pérdida del miedo al VIH, en contraposición a la histeria colectiva y a la falta de información en la década de los ’80s cuando empezaron a difundirse masivamente las informaciones sobre la enfermedad y el SIDA.
Además, especialistas de la salud alertan sobre el uso descuidado de las tecnologías móviles y las nuevas aplicaciones para smartphones que simplifican los encuentros sexuales casuales, sumado al consumo de alcohol y drogas.
Cabe destacar que por el momento los expertos advierten del peligro en las conductas de riesgo a través de la tecnología, sin embargo, aún falta responsabilidad entre la población y conocimiento sobre los exámenes para detectar estas enfermedades y una conducta que disminuya los riesgos de contraer una ETS.
Con información de Muy Interesante.
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