Hanna Barrott, de Ooltewah en Tennessee, tiene ictiosis laminar , un extraño trastorno genético que hace que las células de su piel mueran rápidamente y se desprenden en todo momento, dejando rastros esté donde esté.
Para evitar el agrietamiento, sangrado y heridas por las que podría contraer infecciones potencialmente normales, debe frotar una loción especial sobre su cuerpo dos veces al día.
Sus padres deben vigilarla constantemente para asegurarse de que su cuerpo no se sobrecaliente, debido a que sus glándulas suporíparas son bloqueadas por la piel, pudiendo causar incluso que se desmaye, y llegando a ser mortal si no se somete a cuidado permanente.
Hannah solo puede usar ropa 100% de algodón para proteger su piel, y su madre y padre deben aspirar su habitación, cama y el resto de la casa todos los días.
En público, Hannah desafía miradas de extraños y burlas crueles, explicando su condición a la gente con cortesía.
A pesar de su complicada condición, Hannah es una niña alegre y querida por sus padres. Ojalá algún día puedan superar esta extraña enfermedad.
¿Habías escuchado hablar de esta condición?