«¿Qué pasaría si mezclamos grandes obras de la música clásica con dibujos animados?» puede que se haya preguntado Walt Disney allá por 1940. Desafortunadamente, el padre de la industria de la animación infantil no llegó a conocer la respuesta acertada: sería un total éxito artístico y comercial.
Por el contrario, Fantasía no fue bien recibida por el público de la época, que la vio como una película un tanto snob. Walt Disney, incluso, llegaría a admitir en una entrevista realizada en 1955 que se había pasado de sabelotodo. Además, en términos comerciales, el film, que había superado ampliamente su presupuesto inicial, fue un fracaso estrepitoso.
Pero el tiempo le daría la razón a Disney, ya que veinte años después, durante la década del ´60, Fantasía fue empezada a ver con otros ojos: una celebración de la imaginación y la psicodelia.
El público fue cambiando en estos últimos 75 años, pero nunca dejarían de apreciar a la película -que incluye la famosa secuencia El Aprendiz de Mago (basada en un poema de Goethe)- como una producción cultural de alta calidad y originalidad. De hecho, a finales del S.XX se estrenó la secuela Fantasía 2000.
Festejamos el cumpleaños de esta gran obra de arte con uno de sus segmentos musicalizado por Tchaikovski:
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