Como el mundo cambia día a día, día a día cambia su comprensión. ¿Qué es un «famoso» hoy? ¿Quién accede al cetro de «celebridad»? Atención que la respuesta puede venir con trampa: si naciste en los 80s y piensas que una celebrity es un rock star, una actriz de cine, o un filántropo, tus ojos pueden quedarse como platos cuando un youtuber arrastra multitudes en sus visitas a países foráneos. Es más: ¿verdad que los youtubers ya abandonaron las portadas de los diarios? Pero fuera de las redacciones, ellos siguen convocando lo mismo que meses atrás: multitudes.
En tiempos de Instagram, algo similar sucede. Los más vejetes hicieron el esfuerzo por amoldarse a las nuevas tecnologías y quedaron atrapados en los obsoletos muros de Facebook. O el ya olvidado Twitter (bueno… tampoco exageremos). Pero los jóvenes, como siempre ha sido, los dueños del mundo, viven en Instagram. Y en el caso de Sterre, viven desnudos.
La holandesa es una auténtica celebridad que ha encontrado su fama en tiempo récord. Abrió su cuenta en julio y para octubre ya contaba con decenas de miles de followers. ¿Qué siguen ellos? Sus posteos de nudista, la joven de 21 años en contacto con la naturaleza. Pero si piensan que todos quienes la siguen son hombres, ejem, babosos, te equivocas de punta a punta. Sterre tiene seguidores hombres y mujeres por igual. Y pocos se fijan en su desnudez. Para los millennials, que nacieron sin los tabúes de los ochentosos, estar desnudo es algo natural; ¿por qué negarse una vestimenta tan cómoda como la piel? Pero claro. Todo eso para los jovencitos. Desde el punto de vista de los adultos, hay que tener descaro para postearse así, un muro que verán tus tías y abuelas.
El foco de sus posteos, entonces, se encuentra en otro punto: la hermandad con la naturaleza, la comunión con el planeta. Los jóvenes, por supuesto tienen un compromiso con la ecología incomprensible para quienes nacieron en un mundo anterior al agujero de ozono. Sterre es sensación en las redes y ya los grandes medios australianos y europeos han reflejado sus viajes. Una vez que su rostro (y cuerpo) asomó al Mirror, a The Sun, al Daily Mail, sus followers se duplicaron. De los 50 mil seguidores en octubre, Sterre ya llega a los 100 mil en noviembre. Te ha llegado la fama, muchacha.
Su cuenta se llama a.naked.girl y está inspirada en un famoso sitio australiano, Get Naked Australia (para los jóvenes, el mundo también se ha achicado, ¿cierto?). “Ese portal cambió mi vida, me inspiró. Parecía muy divertido y decidí que tenía que intentarlo”. ¿Ven? He ahí, en esa última oración, un detalle que marca los océanos de distancia entre las personas del Siglo XX y el actual: la palabra “divertido”. Para quienes ya son adultos, “divertido” es un adjetivo. La vida es trabajar y, en los ratos libres, de paso, uno podía hacer algo divertido unas horas. Para un millennial eso es ridículo: la diversión es el objetivo mismo de la vida. Sterre lo comprende como nadie, y miles de personas la admiran por ello.
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