Este bebé de diez meses de edad llamado Luis Manuel Gonzales pesa lo mismo que un niño de nueve años promedio, pero sus padres y doctores no saben explicar su misterioso aumento de peso.
La madre, Isabel Pantoja, de 24 años, de Colima en México, no estaba preocupada por el aumento de peso de su hijo al principio, pero ahora el bebé empequeñece a su hermano Mario, que es casi tres años mayor. La situación de la familia fue reportada por el Daily Mail, donde la familia habló de su angustia diaria sin saber qué le pasa a su hijo.
Cuando nació, pesaba 3,6 kilos perfectamente normales, igual que su hermano mayor, pero muy pronto se hizo evidente que Luis era diferente. A los dos meses ya pesaba 10 kilos y llevaba ropa para niños dos o tres años mayores que él.
En diez meses pesó 28 kilosgramos y los médicos estaban desconcertados. Incluso su papá Mario, que trabaja en una planta de jugos local y que está en forma y bien, se agota al cargar a Luis.
Los miembros de la familia se turnan para llevarlo a sus citas de 4 veces por semana en un viejo sillón de ruedas. Los médicos tienen la teoría que Luis podría estar sufriendo del Síndrome de Prader-Willi , que es una condición genética que deja a los niños constantemente hambrientos y propensos a comer masivamente. Pero Luis no pide comida y parece comer una cantidad normal para un niño de su edad.
La situación de la familia llamó la atención de Silvia Orozco, una cirujana especializada en nutrición que se interesó por el caso.
Ella está esperando resultados pero tiene una teoría que podría ser ayudado por inyecciones de hormonas. Orozco cree que los problemas de Luis podrían haber sido causados por la falta de ciertos nutrientes en la dieta de su madre mientras estaba embarazada.
Esto podría haber causado que las glándulas que controlan su metabolismo no funcionen correctamente. Si este es el caso, podría beneficiarse de las inyecciones de hormonas para ayudar a mejorar su metabolismo.
La mala noticia es que estas inyecciones cuestan alrededor de $500 dólares, dinero que los padres de Luis no tienen. La familia ahora ha configurado una página de Facebook y una cuenta bancaria para tratar de recaudar dinero para la atención médica de Luis.
Para la familia, la lucha diaria de lidiar con su hijo de gran tamaño continúa mientras se preocupan por su futuro. Hablando sobre su búsqueda de respuestas, el padre Mario Gonzales dijo: » Me duele ver a las enfermeras buscar entre los rollos de grasa en sus brazos una vena».
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