La inclusión y la integración son dos puntos claves en el entendimiento humano. Las personas con capacidades especiales o diferentes deben ser insertadas en la sociedad actual para ayudarles a desarrollarse como personas normales, independientemente cuál sea su problema.
Afortunadamente, hoy es la tónica imperante y eso define una evolución de la conciencia social que, tal vez, nos lleve a un buen futuro como humanidad.
Un claro ejemplo de esta situación es la experimentada por Mikayla Holmgren, una chica de 22 años de Stillwater en Minnesota, Estados Unidos. Ella acaba de hacer historia al convertirse en la primera mujer con Síndrome de Down en competir en el certamen de belleza Miss USA a nivel estatal.
Mikayla dijo: “Quiero poder mostrar a otros de qué trata la inclusión, que alguien con necesidades especiales puede perseguir sus sueños.”
Pese a que no logró llevarse la corona del concurso, Mikayla, logró adjudicarse dos premios: el premio Spirit of Miss USA y el Premio del Director.
“Estaba en schock, llorando,” ha dicho. “Pasé de un certamen para necesidades especiales al mayor certamen del mundo. Es una locura.”, comentó demostrando su sorpresa y profunda alegría.
Los escenarios no son ajenos a esta joven, ya que ella lleva bailando desde que tiene seis años y cada vez que puede participar de alguna instancia artística o de modelaje lo hace.
Además, este ejemplo de lucha e inclusión es también embajadora de la organización sin fines de lucro Best Buddies. Una ONG dedicada a buscar mejoras para las vidas de personas con discapacidades de desarrollo e intelectuales.
“Mikayla es una joven increíble y consumada,” ha dicho Denise Wallace, co-directora ejecutiva de Miss Minnesota USA. “Es el epítome de lo que la Organización Miss Universo busca en sus concursantes.”