El tráfico de estupefacientes no deja de sorprender en el mundo. Los encargados de este negocio ilegal y dañino hacen malabares para lograr su cometido: vender droga.
Las fuerzas de seguridad interceptaron a un gato que llevaba puesto un collar con drogas destinadas a los reos de una prisión en la ciudad rusa de Novomoskovsk, informó el Ministerio del Interior ruso.
En el collar hallaron casi 6 gramos de hachís y 1,56 gramos de anfetamina.
El felino vivió dentro de la cárcel anteriormente, pero uno de los internos se lo llevó cuando salió en libertad.