Una de las mejores cosas de ser niño es que no tienes idea de los estereotipos y todo el veneno que los adultos consumen y, a veces, comparten. Sin embargo, hay seres malintencionados a los que les importa muy poco esta inocencia. La pequeña de once años Teigahn Sangste visitó con una amiga la famosa tienda de café Starbucks y lo que recibió fue un insulto.
Era la primera vez que salía a tomarse un café con una amiga y sin sus padres.
Las dos niñas llegaron al sitio y pidieron una de esas deliciosas preparaciones de la cadena, pero cuando se dio cuenta de lo que habían escrito en el vaso quedó en shock.
En vez de poner su nombre, pusieron “gorda”.
Las niñas se quedaron sorprendidas ante la actitud de quien las había atendido, pues no podían comprender que alguien mayor se burlara de ese modo.
“Me sentí muy mal cuando vi lo que estaba escrito”.
La madre de Teigahn quedó muy disgustada y comentó que la había llamado desde el café para contarle.
“Se sintió terrible porque lo escribió alguien mayor y ya saben como son los niños. Ella tenía muchas ganas de ir y esto la afectó mucho. Me llamó desde el café para decirme lo que había ocurrido y me dijo ‘no importa, sé que estoy gorda’. Es triste oír eso porque es una niña y no debería preocuparse por eso, además no está gorda, está pronto a crecer y es normal que su cuerpo cambie. El personal de cualquier tienda necesita formación para saber cómo tratar un cliente. Mi hija es activa y practica equitación, está sana y no está gorda, solo está creciendo”.
La cadena Starbucks suele dar un buen servicio y un portavoz pidió disculpas por el evento.
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