Todos sabemos que el karma es una característica de la vida que regula nuestra cotidianidad a través de la regla de causa y efecto. Nada más cierto resultó esta máxima para un reo que tuvo que enfrentar la venganza del destino tras las rejas y por la mano de otro desalmado que se encargó de aplicarle un duro castigo.
A tres años de prisión fue condenado Adam Paul Davidson, luego de que decidiera tomar la justicia por sus manos en contra de un violador y asesino de un niño de 13 años.
Ambos se encontraban cumpliendo condena en el Wolston Correctional Centre, en Queensland, Australia y fue ahí donde el el sujeto decidió torturar al violador.
Según Independent, Davidson se acercó a Brett Peter Cowan mientras este jugaba cartas y le dio vuelta en la cabeza un balde con agua hirviendo, tras lo cual procedió a golpear en al menos cuatro ocasiones al asesino del pequeño.
En el juicio, Adam asumió la culpabilidad y aseguró que no había tenido cómplices. Además, admitió que lo había hecho no con el fin de matarlo, sino que sólo con la idea de “hacerle daño”.
“Es una basura”, dijo ante el magistrado y reconoció que quería que Cowan “sintiera dolor, tal como lo sintió Daniel Morcombe”.
Brett Peter Cowan cumple una sentencia a cadena perpetua por el secuestro, violación y asesinato del pequeño Daniel en el año 2003.
Por su parte, Davidson lleva once meses en prisión por la “tortura” a Cowan y saldrá en libertad condicional en el mes de noviembre.