Ha gastado millones por parecerse al muñeco «Ken» y hoy está viviendo una pesadilla

Desde su adolescencia, Rodrigo Alves comenzó a realizarse cirugías estéticas para cumplir su sueño de toda la vida: verse como Ken, el «novio de Barbie»

Ha gastado millones por parecerse al muñeco «Ken» y hoy está viviendo una pesadilla

Autor: Vale Rudolphy

Desde su adolescencia, Rodrigo Alves comenzó a realizarse cirugías estéticas para cumplir su sueño de toda la vida: verse como Ken, el «novio de Barbie».

Puede parecer una extraña obsesión, pero Alves, quien vive en Londres, ya ha pasado 15 años entrando y saliendo del quirófano, gastando casi 280 millones de pesos chilenos. Son 42 las cirugías a las que se ha sometido para cumplir su propósito y, sí, se parece. Pero en su última intervención hace unos meses, algo no salió como lo esperaba.

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Después de una reconstrucción nasal que se hizo hace tres meses, Alves está hoy internado en un hospital de Málaga (España), debido a una necrosis en su nariz, que muestra que el cartílago usado puede estar siendo rechazado por el cuerpo del joven.

Esto provocó agujeros en su nariz, junto con una infección para nada agradable y que también es peligroso, de llegar a extenderse por otras partes de su rostro. A pesar de ello, el «Ken» de carne y hueso no parece arrepentido de su obsesión por las cirugías.

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Es muy preocupante y estoy tratando de volver a Londres lo antes posible para pedir ayuda. Mi respiración ha estado cada vez peor durante los últimos tres día y actualmente mi nariz está totalmente tapada“, comentó el joven, quien dice no haber recibido una atención adecuada en España.

Según el periódico The Sun, la salud de Rodrigo por la infección se ha ido deteriorando al punto en que también tiene fiebre y otros malestares.

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Solo quiero llegar a casa y conseguir a un experto para un tratamiento acorde, sin embargo, necesito otra sesión de antibióticos“.

No es la primera vez que el joven tiene un problema por su vanidad. Hace unos años, una cirugía para agrandar sus bíceps salió mal y casi perdió uno de sus brazos. Quizás esta es otra advertencia para que se aleje del bisturí, al menos por un tiempo.


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