Nuestros dientes son nuestra mejor carta de presentación, por tu salud y para no causarnos trauma visual, ten la bondad de cepillarte más a menudo porque cuando conozcas estos 8 hechos, querrás hacerlo un hábito, y si no lo haces puedes tener secuelas muy grandes:
1. Si accidentalmente quiebras o agrietas un diente, lo expones a las caries más rápido.
Las fracturas en los dientes pueden producir caries rápidamente. Las bacterias pueden usar estas grietas en los dientes para llegar a las partes más sensibles, las que a menudo son sitios a los que tu cepillo de dientes no puede llegar.
Los que corren el mayor riesgo de quebrar sus dientes son los niños pequeños, los jugadores de deportes de contacto, los que tienen piercings en el labio o la lengua y los que están en entrenamiento militar.
2. Las bebidas altas en acidez pueden debilitar a tus dientes.
La capa exterior de tus dientes está cubierta de esmalte dental, la que está hecha de minerales. Este esmalte es la sustancia más dura en el cuerpo humano, pero desafortunadamente es propensa a la descomposición. Las bebidas ácidas, como los jugos de fruta y las bebidas con gas, pueden descomponer este esmalte, haciendo que tus dientes se vuelvan vulnerables a las caries.
A menos que vayas por ahí con Coca-Cola en tu boca todo el día (o cinco días), no vas a ver resultados como los de la imagen de arriba. Sin embargo, un estudio expuso a 20 dientes a diferentes bebidas, como Coca-Cola, Pepsi y Dr. Pepper, a sus versiones dietéticas y a otras sodas. Los resultados mostraron que el agua de la llave y el café negro casi no descompusieron el esmalte de los dientes, mientras que las bebidas de cola “disolvieron el esmalte de 55 a 66 veces más que el agua o la cerveza de raíz”.
El estudio también descubrió que no hay diferencia en la cantidad de erosión en los dientes entre las sodas regulares y las dietéticas. Incluso aunque las bebidas dietéticas no tienen azúcar, son igual de malas para tus dientes.
Así que deja a un lado esa quinta lata de Coca-Cola si quieres protegerlos.
3. Si rechinas tus dientes cuando duermes, eres más propenso a tener caries.
Rechinar tus dientes por la noche es una señal común de estrés o preocupación, pero las pesadillas sobre perder tus dientes pueden volverse realidad rápidamente. Tensar tu mandíbula y rechinar tus dientes crea una gran cantidad de presión en tus dientes. Si lo haces frecuentemente, se volverán más propensos a las fracturas, aumentando el riesgo de que te salgan caries y pierdas dientes.
En una simulación por computadora de una mandíbula tensándose, los investigadores descubrieron que tanto la mandíbula superior como la inferior se deforman IRREVERSÍBLEMENTE debido a rechinar los dientes frecuentemente.
Si te preocupan tus colmillos, puede que quieras considerar usar un protector bucal mientras duermes.
4. Si las bacterias logran entrar, no sólo afectarán a tus dientes.
Las infecciones en los dientes y en las encías pueden producir abscesos dentales, en donde se acumula pus debido a la infección. Usualmente se siente como un dolor pulsante en donde se encuentra el absceso. La causa común es un combo de comidas azucaradas y malas rutinas dentales.
Para tratarlo, un dentista debe drenar el pus y en algunos casos, sacar el diente infectado.
¡LÁVENSE LOS DIENTES, GENTE!
5. Tus dientes no deben ser completamente blancos.
En una encuesta de Match.com realizada a 5.000 adultos, un buen set de dientes fue una de las características que más buscan tanto hombres como mujeres en una pareja potencial. Aunque una sonrisa blanca perfecta puede ser atractiva, los dientes más saludables no son necesariamente los más blancos.
A medida que envejecemos, nuestros dientes se descoloran naturalmente.
Los alimentos y bebidas, como el té, café, vino rojo, remolacha, granadas y salsas, pueden manchartus dientes. Evítalas para que tus dientes se vean lo mejor posible.
6. Blanquear tus dientes para obtener ese blanco perfecto puede hacer que se vuelvan sensibles.
Un método de blanqueamiento dental involucra cubrir a los dientes con un gel blanqueador que contiene peróxido de carbamida, el que oxida el esmalte de los dientes para que la luz se refleje mejor y te dé una sonrisa más blanca.
Sin embargo, blanquear tus dientes demasiado a menudo puede producir una sensibilidad dolorosa. En un estudio de 50 adultos usando un gel blanqueador con un 15% de peróxido de carbamida, los investigadores descubrieron que el 54% reportó una “sensibilidad suave”.
Las buenas noticias son que si dejas de blanquear tus dientes, la sensibilidad parará gradualmente.
7. Siempre hay placa en tus dientes al acecho, simplemente esperando para destruirlos.
La placa dental se forma en la superficie de tus dientes, luciendo como una capa amarillenta de bacterias entre ellos. Esta placa puede producir caries y enfermedades como gingivitis.
La placa se produce naturalmente, así que nunca podrás evitarla por completo, pero PUEDES retirarla lavando tus dientes regularmente y usando seda dental.
Puedes usar tabletas que revelan la placa para ver la severidad de placa en tus dientes. Mastícalas y mostrarán la presencia de placa resaltándola de un color diferente.
8. Cuando eres un niño, tu cráneo se ve así.
Tu niñez es dolorosamente puntuada por tus dientes de leche cayéndose y siendo reemplazados por dientes más fuertes de adulto.
Pero puede que sepas que todos esos dientes permanentes están horriblemente acurrucados dentro de tu cráneo en bonitas filas, simplemente esperando a salir por tus suaves encías y volverse útiles. Los dientes permanentes empujan a los de leche, disolviendo y absorbiendo sus raíces en un proceso llamado exfoliación dental.