Hombre de 80 años construye un tren para pasear a perros callejeros rescatados

Eugene Bostick es un hombre juvilado, de 80 años que vive en Fort Worth, Texas, Estados Unidos. Eugene y su hermano Corky viven al final de una calle sin salida, lugar donde muchos habitantes de la ciudad acuden para abandonar sus perros. El hombre, cansado de la situación, empezó a adoptar y alimentar a los perros que personas insensibles abandonaban en su calle.

Eugene y su hermano alimentaban y llevaban al veterinario a los pobres animales abandonados. Una vez sanos, y alimentados, les hacían un lugar para vivir y Eugene los sacaba a pasear con su tractor. Pero claro, en un tractor no se pueden llevar muchos perros, así que Eugene cómo buen soldador que es, se propuso hacer un tren para perros.

El anciano se puso manos a la obra y cogió barriles de plástico, a los que soldó ruedas y los ató todos juntos a su tractor. Este hombre ha construido tantos vagones cómo perros ha adoptado, así puede sacar a pasear a sus perros rescatados por el barrio y los bloques de los alrededores.

Eugene empezó llevando 4 y hasta 5 perros en su tractor, pero no era lo más cómodo, ni para él, ni para los perros.

Entonces adoptó otros dos perros, y no podía llevarlos todos de paseo en su tractor. Entonces se le ocurrió una idea.

Haría un tren para perros, así podría remolcar a todos los perros con su tractor y llevarlos de paseo por el barrio y los bosques de los alrededores.

Este hombre de 80 años coge su tractor con vagones para perros dos veces por semana. ¡Se nota que a los perros les encanta la idea!

Aquí puedes ver cómo disfrutan de su paseo los perros rescatados por Eugene. ¡Maravilloso!

Fuente: nbcdfw

Hay que decir que lo mejor que podría pasar es que Eugene no tuviera ningún perro, ya que eso significaría que la gente no los abandonaría. Sin embargo, y por desgracia no es así. Por lo tanto, si con alguien debían estar estos pobres perros abandonados, seguro que es con Eugene, que se preocupa por ellos, los cuida y encima pueden disfrutar de muchas aventuras en su tren para perros. A pesar de todo, ¿qué más se puede pedir?

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