Los lunes, en general, no gustan a casi nadie, pero no tienen por qué deprimir más que los martes o los jueves. Y desde luego, según los expertos, no tiene ninguna base científica hacernos creer que el tercer lunes de cada enero es Blue Monday, o lo que es lo mismo, el «día más triste del año».
El padre de este «invento» es Cliff Arnall, psicólogo de la Universidad de Cardiff, quien, utilizando varios factores como las deudas adquiridas durante la navidades, la falta de motivación, el incumplimiento de los buenos propósitos del nuevo año o las condiciones climáticas realizó en el 2005 una ecuación para calcular el día más triste del año, que señaló como el tercer lunes de enero.
La idea fue de una agencia de viajes para promocionar la mejor época del año para viajar y tiempo después se extendió para designar esa fecha como el día más deprimente.
«Planteamiento arbitrario»
Aunque la fórmula matemática del Blue Monday utiliza factores que son reales y que afectan al estado anímico, «es un planteamiento arbitrario con cierta base pero con muy poca consistencia», señala Jaime del Corral, psiquiatra de la Clínica La Paz de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
«Ha cogido una serie de elementos negativos y ha hecho una ecuación de forma arbitraria para deducir que es el peor día del año», insiste este experto, quien asegura que esos factores se pueden dar igualmente el tercer martes o el tercer miércoles de enero o en febrero.
El poder de la sugestión
No obstante, reconoce que a base de insistir se puede convencer a alguien de que ese es un día malo, puede llegar a sugestionarse y plantearse realmente que el 15 de enero va a ser muy triste.
El psiquiatra explica que es natural que en esta época del año se experimenten ciertos cambios anímicos, algo de estrés, cansancio emocional o desmotivación, pero hace hincapié en que no tiene que confundirse con la depresión.
«Es normal tener bajones anímicos», especifica.
En general, el invierno es uno de los momentos en que más aumentan los síntomas depresivos, pero no tiene que coincidir necesariamente con el tercer lunes de enero, ni quiera con este mes.
Poca aceptación
A su juicio, en general, el Blue Monday es un concepto que tiene muy poca aceptación. «Yo no veo que la gente lo comente por la calle, creo que, de momento, es más una curiosidad que una creencia popular».
Este psiquiatra tampoco observa que la gente vaya más a las consultas ni que haya más urgencias. Por lo que «no forma parte, al menos de momento, de las creencias de la mayoría de las personas», concluye.