La imagen puede parecer salida de una película de ciencia ficción, donde un astronauta pasa ante un sol alienígena en un planeta desolado. Pero no, es el cielo en un lugar de la tierra.
El fotoperiodista Christopher Michel tomó la fotografía en un viaje reciente a la Antártida. Tomó la foto a menos de un kilómetro del Polo Sur, mientras navegaba sobre el hielo con Antarctic Logistics and Expeditions, una compañía que ayuda con las visitas de ciencia y turismo durante el corto verano antártico. Es un lugar que pocos visitan, eso quizás lo hace un lugar tan extraño y desolado. El cielo le da a la imagen su calidad extraterrestre, pero su causa es definitivamente de este mundo.
El fenómeno se conoce como un perro de sol (o parhelion), y sucede cuando hay cristales de hielo en el aire. Esos cristales, en el caso de un lugar frío y seco como la Antártida, pueden estar suspendidos en el aire cerca del suelo (se llama polvo de diamante). Los cristales son hexagonales y tienden a flotar horizontalmente. En esa posición, refractan la luz para que parezca que hay otros dos soles bebé que flanquean el sol real. Cuando los cristales son más verticales, crean un halo alrededor del sol original.
Si la foto evoca una sensación retro, eso es por diseño. Michel le dijo a Earther que se inspiró en una foto de 1986 de la primera caminata por tierra al Polo Sur. Esa misma expedición se inspiró en la nefasta travesía de Robert Falcon Scott al Polo Sur en 1912, que lo vio a él y a un grupo de cinco personas llegar al polo y perecer en su viaje de regreso.
Aquí hay algunas imágenes más del paisaje crudo del Polo Sur, incluido otro momento épico de perro sol:
Fuente: earther
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