Instagram con sus filtros y matices nos deja formar parte de algo que parece un sueño….algo entre lo vintage y lo contemporáneo. Un lugar en donde hasta nuestro café con leche, en la misma taza cotidiana, puede lucir extraordinario. Podemos aprender a amarnos a nosotros mismos a través de nuestra nueva imagen nostálgica y tibia…y así dejarnos embobar por la vida de otr@s e hipnotizar a otr@s con nuestra pseudo vida con filtros…si bien, es una herramienta válida para recuperar en ocasiones la autoestima o aprender consejos rápidos de diseño, moda. colores y peinados, lo que está claro es que no todo es lo que parece y que los que realmente triunfan, tienen una vida de ensueño, lo que significa que por mucho que acompañes tu café con una galleta, existe una élite de personas en Instagram….esos que tienen miles de likes pero que No son estrellas del cine ni del rock, ni tampoco enseñan sus cuerpos, ni siquiera tienen 20 años…son los hijos de alguien y no los conocerías si no fuera por que tienen un padre o una madre que conoces…
Este es el caso de la hija de Farkas, que tiene una cuenta de Instagram con más de 30 mil seguidores y que en cierto modo, no es la típica niña rica de Instagram, pese a serlo:
Tati Farkas ha viajado por más de 50 países a lo largo de todo el mundo. Asistió al Fashion Institute of Technology (FIT) para aprender de moda; al Savannah College of Art and Design (SCAD), para formar parte de un programa pre-universitario sobre arte y diseño, y por último, estudió escritura creativa y técnicas para mezclar pintura. Tiene un blog en el que comparte su pasión por la moda y la fotografía, en donde se define como una geek, que colecciona tés y velas, además de manifestar su amor por la naturaleza.
Birthday in Paradise with friends and family✨
Una foto publicada por Tatiana Farkas (@tatifarkas) el
Aesthetic: LastNycTaxiRideLook
Una foto publicada por Tatiana Farkas (@tatifarkas) el
Una foto publicada por Tatiana Farkas (@tatifarkas) el