La Universidad de Dalhousie, en Canadá, está trabajando en una crema que fuera capaz de eliminar la tinta de forma permanente en la piel. A pesar de que la investigación se encuentra todavía en desarrollo, parece que el estudio va en la dirección correcta y sería una realidad en unos años.
Las primeras pruebas hechas con cerdos han resultado satisfactorias y quedaría por ver cómo responden los humanos al producto que están creando.
Esta crema se basa en la activación de los macrófagos, unas células presentes en el sistema inmunológico, haciendo que éstos sean los encargados de quitar la tinta de la piel tras sucesivas aplicaciones de la crema que está en desarrollo.
A diferencia de la eliminación con láser, que es cara y dolorosa, la crema sería mucho más barata e indolora. Así, los investigadores estiman que borrar del cuerpo un tatuaje de unos 10 centímetros podría costar alrededor de 4 dólares (2.400 pesos chilenos).
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