¿Llegó el límite del desarrollo de altura, capacidades físicas y esperanza de vida de la especie humana? ¿Estamos involucionando?
De acuerdo a una investigación publicada por Frontiers in Physiology, en la actualidad, los humanos no solo estamos limitados biológicamente, sino también que el impacto que hemos generado en nuestro plante Tierra podría estar teniendo un efecto negativo sobre esos límites.
Esta investigación es la primera revisión en su tipo que contempla 120 años de información histórica. Considera elementos genéticos y medioambientales que influyen en la evolución de nuestra especie. ¿El resultado? parece mentira pero esta investigación concluye que existe un umbral máximo en lo que se refiere a nuestras capacidades biológicas que no podemos superar. Esto quiere decir que existe un barrera que es imposible de pasar en lo que respecta a nuestra altura, edad y capacidades físicas.
Jean-Françoise Toussaint, de la Universidad París Descartes y e integrantes del equipo interdisciplinar que realizó este estudio señaló que «estos rasgos ya no aumentan, a pesar del continuo progreso nutricional, médico y científico. Y eso sugiere que las sociedades modernas han conseguido que nuestraa especie llegue a sus límites. Somos la primera generación que toma conciencia de ello».
¿Cuáles serían los principales cambios?
A partir de ahora comenzaríamos a notar importantes cambios en lo relacionado al número de personas que logran alcanzar los límites máximos ya registrados. Es decir, cada vez se batirán menos récords deportivos.
Además se señala que cada vez más personas alcanzaran el límite es expectativa de vida, pero que pocas o casi ninguna lo superará.
«Y observar estas tendencias decrecientes -prosigue el investigador- puede proporcionarnos una señal temprana de que algo ha cambiado, aunque no para mejor. Por ejemplo, la altura humana ha disminuido durante la última década en algunos países africanos, lo que sugiere que algunas sociedades ya no son capaces de proporcionar suficiente alimento a sus hijos y mantener, por lo tanto, la salud de sus habitantes más jóvenes».
Para impedir que seamos nosotros los culpables de esta «involución» los investigadores esperan que los responsables políticos tomen las medidas necesarias y se adopten estrategias que permitan aumentar la calidad de vida y así maximizar la población capaz de alcanzar los límites biológicos máximos.
«Ahora que conocemos los límites de la especie humana -concluye Toussaint- ese conocimiento debe ser un objetivo claro para que las naciones garanticen que las capacidades humanas alcancen los valores más altos posibles en la mayoría de la población. Pero con las limitaciones medioambientales en pleno aumento, esto puede costar cada vez más energía e inversión para lograr equilibrar la creciente presión de los ecosistemas».