Jinichi Kawakami, un ingeniero de 63 años ostenta el honor de ser el último ninja vivo de la historia. No existe otra persona que haya recibido todas las habilidades transmitidas directamente de los maestros de hace cinco siglos.
Este heredero del histórico grupo de mercenarios japoneses piensa quedarse como el último ninja e irse a la tumba su sabiduría y sus técnicas secretas.
Sostiene que las técnicas de los ninjas no encajan con el mundo moderno:
“durante el periodo Edo, las habilidades de los ninjas para espiar y matar o mezclar medicinas, eran útiles, pero ahora que tenemos armas, internet y medicamentos, el arte del ninjutsu no tiene lugar” dijo.