En su momento, una mujer francesa de nombre Sandrine Devillard fue criticada por casarse con un anciano millonario de nombre Marcel Amphoux, pues este último era 25 años mayor que ella.
Incluso, muchos creían que sus verdaderos sentimientos hacia él era cualquier cosa menos amor y que estaba interesada en su fortuna. Cuando el millonario murió, la historia dio un giro inesperado.
Según informa ‘The Telegraph’, Sandrine Devillard, la mujer criticada al enterarse de la muerte de su esposo fue rápidamente a reclamar su herencia, pero nunca esperó que el sujeto hubiese otorgado su dinero a su primera mujer. Además, dejó varios euros a sus vecinos.
Ella trató de buscar una explicación al respecto, pero todo fue en vano. El tribunal mostró un testamento genuino y la mujer que había dirigido sus cuatros negocios no recibió nada.
Se sabe que mientras ella veía los negocios, él vivía como un ermitaño viviendo en un cabaña. Además, sin luz ni electricidad en las montañas, y le faltaban muchos de sus dientes.