Pixiee Fox y Justin Jedlica se conocieron mientras filmaban un programa de televisión juntos. Ambos son los «muñecos» de carne y hueso, que han hecho de su vida una fantasía. En su búsqueda por la perfección, se han obsesionado con las cirugías plásticas. A pesar de que hoy en día cada uno luce como siempre soñó, no todo en su vida es color de rosa.
Pixiee tiene 26 años y ya lleva 17 cirugías. Justin, por su parte, tiene 35 años y más de 340 procedimientos cosméticos, desde implantes hasta inyecciones y más.
Entre ambos, han gastado más de 380.000 libras esterlinas en procedimientos, pero tienen muy mala suerte en el amor. Justin se acaba de divorciar de su esposo desde hace tres años, y Pixiee dice recibir mucha atención por su apariencia, pero poco interés en formar parte de su estilo de vida.
«La gente no se da cuenta del compromiso que requiere verse así. La cirugía es mi foco y no tengo tiempo para un hombre».
Los dos creen que sus continuas cirugías dañan su vida amorosa, tanto por la rutina, como por la falta de comprensión que reciben de otros.
No hay muchas personas que estén dispuestas o en la misma sintonía que Justin y Pixee, ya que parte importante de sus vidas son sus físicos, y pasan bastante tiempo en el quirófano por lo mismo.
Pero de hecho, ambos han confesado que están muy comprometidos con su apariencia, lo que los hace ser muy exigentes al mismo tiempo a la hora de buscar una pareja.
Justin dice que generalmente sólo espera a alguien que sea dulce y caballeroso, mientras que Fox sólo busca a alguien que la apoye en su sueño.
Al menos, ambos están felices de haberse encontrado y forjar su amistad, ya que se admiran y comprenden entre ellos mismos.
«He visto a Justin en la televisión antes y lo admiro. Me da consejos sobre las cirugías, y ha pasado por el mismo camino. A veces somos juzgados por nuestros cuerpos, pero nos conectamos muy bien. La gente dice que parecemos Barbie y Ken, y nos encanta la atención».
«Nuestro amos es amor plástico», comentó la joven.
Ambos siguen planificando nuevas intervenciones, y se acompañan en las recuperaciones, por lo que su vida amorosa ha pasado a un segundo plano, aunque esperan algún día encontrar el amor.
«Estamos comprometidos con las cirugías, y no pararemos hasta que nos veamos como soñamos».