Katiuscia Torres Soares, conocida como Kat Torres, fue sentenciada a ocho años de prisión en Nueva York por tráfico de personas y esclavitud. Las autoridades descubrieron que mantenía a varias mujeres en su domicilio en condiciones inhumanas y contra su voluntad.
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La noticia sorprendió a sus seguidores, quienes conocían a Torres como una exitosa influencer de autoayuda. Su relación con Leonardo DiCaprio y su lujosa vida eran aspectos destacados en sus redes sociales, donde promovía servicios de suscripción y consultas personales.
La imagen de Torres como símbolo de superación personal tenía gran resonancia. Su historia desde una infancia difícil en Brasil hasta su éxito en el mundo de la moda y Hollywood inspiraba a muchos. Esta narrativa de triunfo ocultaba una realidad mucho más oscura.
Una exasistente, Ana, reveló que Torres la manipulaba y la sometía a trabajos sin descanso ni pago. Ana se sintió atraída por la aparente fortaleza de Torres, pero descubrió que su historia estaba llena de medias verdades y engaños. Su testimonio fue clave para el rescate de dos mujeres.
Otra testigo, Desirrê Freitas, fue llevada por Torres a Estados Unidos bajo falsas promesas. Torres la obligó a trabajar en condiciones extremas y controlaba todos sus movimientos. La historia de Freitas y otras víctimas destaparon la verdadera naturaleza de las acciones de Torres.
La sentencia de la influencer subraya la gravedad de sus crímenes y la manipulación detrás de su imagen pública. Las víctimas continúan su recuperación, mientras el caso de Torres sigue siendo un recordatorio de cómo las apariencias pueden engañar.
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Foto: Redes
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