Pamela Díaz estuvo más de una década en guerra con María Eugenia Larraín. Hasta que los años y la madurez calmaron los ánimos de “la fiera” y el año pasado tuvieron muy buena onda en pantalla en el matinal de Chilevisión.
Hace unas semanas, Díaz afirmó en El Cubo: “Nos llevamos bien ahora. Tampoco somos amigas ni vamos a ir a tomarnos un trago… No tenemos mala onda ya. Seguramente porque ella es mamá, yo igual”.
En tanto, hoy, en el desayuno de las cremas Jeunesse, Kenita opinió de la detención de Pamela tras una trifulca con una vecina en Chicureo:
Kenita Larraín: “Siento que uno tiene todo el derecho a exigir, o pedir mejor dicho, que bajen el volumen, que dejen dormir, por la tranquilidad de tu familia y su descanso. Pero no es la forma. Las cosas se arreglan conversando. Pero claramente habría que haber estado ahí para saber por qué se le fue tanto de las manos la situación.
“Ojalá que las cosas se arreglen y que situaciones como estas no se vuelvan a repetir, no solo con personas que trabajan en televisión, sino en nadie, porque la violencia no es recomendable en ningún ámbito, ni en ninguna situación. La violencia siempre trae más violencia. En ese sentido, ojalá que cada una haga su mea culpa y que se solucione todo esto.
“Para mí la televisión, lo quieras o no, da mucho ejemplo a jóvenes y muchos niños que la ven. Entonces, hay que tener bastante cuidado con eso”
Glamorama: Ustedes tuvieron una mala relación por mucho tiempo y recién el año pasado hicieron las paces en el matinal de CHV. ¿Cómo es ahora su relación con ella?
“Siento que hoy con Pamela está todo bien. Creo que las dos tuvimos embarazos muy cercanos, tuvimos a nuestras hijitas, eso generó la buena onda. Y yo no voy a seguir peleando con alguien que en algún minuto me encontré en el set y que estaba embarazada. Por eso que me nació, de corazón, felicitarla por su embarazo, y de ahí que todo cambió. Estoy contenta por eso”.