Cuando la fotógrafa Liisa Luts contrajo matrimonio el último 28 de agosto, hizo algo inusual: decidió ser la fotógrafa oficial de su propia boda.
En lugar del registro tradicional de eventos, Luts decidió retratar el día desde su perspectiva a partir de un recorrido que comienza cuando se despierta en la mañana y continúa hasta que se acuesta en la noche.
Luts y su esposo dirigen una pequeña compañía en Tallinn, Estonia, que ofrece fotografías, videofilmaciones y servicio de animación.
«Cuando decidimos casarnos, sabíamos que no queríamos el estrés y el lío relacionados a los asuntos de la boda. Sólo queríamos hacerlo legal y celebrar un poco», comentó Luts a PetaPixel. «Por eso es que intentamos evitar el proceso de planeamiento general de la boda y solo dejarnos llevar. Y una parte válida de ese concepto fue mi decisión de fotografíar mi propia boda».
Agregó que no fue un problema financiero ni de disponibilidad, ya que ella cuenta con muchos amigos fotógrafos y contactos.
«Simplemente sentí que quería algo diferente (…). Con todo mi respeto a los fotógrafos de bodas, yo sólo quería algo más ´nosotros´y por lo tanto más auténtico. ¿Y qué podría ser más real que yo tomando fotos de mí misma en el transcurso del día?»