Los Simpson existen en un lugar ajeno al tiempo y el espacio; el príncipe de Bel-Air está muerto desde los créditos del primer capítulo; el apocalipsis zombi de The Walking Dead ha sido causado por la metanfetamina de Breaking Bad. Te hablamos de esta y de otras teorías sobre series televisivas.
Existe algo en el universo cuyo estado por defecto es la ebullición permanente: la capacidad de los fans de fantasear sobre cualquier tipo de ficción. La audiencia suele pensar que todo tiene una segunda lectura aunque estemos hablando de dibujos animados o las aventuras de un rapero del gueto adoptado por una banda de pijo. Por eso mismo lasconjeturas locas sobre series catódicas siempre han sido cosas divertidas que contar en torno a una hoguera.
Está claro que Los Simpson sobrevivirán a toda la humanidad. Pero además de lo evidente existe la llamada Tesseract theory: una hipótesis que sitúa Springfield en un lugar totalmente ajeno a las leyes del espacio y el tiempo, explicando así que el tamaño de la ciudad, su posición en EEUU o la ubicación de sus edificios sean diferentes según el episodio. Y sobre todo justificando que sus habitantes no envejezcan cuando las tecnologías y las estrellas invitadas evidencian que el resto del mundo sí lo hace.
Otra teoría asegura que los bebes de Rugrats: aventuras en pañales no existen más de la imaginación del personaje de Angelica, lo que explicaría que sea la única capaz de comunicarse con ellos. Que Zack Morris es el loser del instituto en Salvados por la campana y todo lo que ocurre en la serie solo tiene lugar en su cabeza. Que Los Picapiedra habitan un futuro postapocalíptico donde la humanidad ha vuelto a la edad de piedra, lo que aclararía qué hacen unos trogloditas celebrando la navidad. Que Samurai Jack es una secuela de Las Supernenas tras ser el mundo de aquellasarrasado por una catástrofe. Que las hadas de Los padrinos mágicos son metáforas de antidepresivos que consume su protagonista. Que el conde Draco de Bárrio Sésamo se alimentaba de los actores infantes del show, unos niños que en su versión estadounidense eran reemplazados con extrema frecuencia. O que Bob Esponja y todos sus compañeros son mutaciones radioactivas al estar asentados en el Atolón Bikini, un lugar famoso por ser diana de pruebas nucleares en los años cuarenta y cincuenta.
Will Smith está muerto
Una de las conjeturas más famosas es la que convierte a El príncipe de Bel-Air en El sexto sentido asegurando que el personaje de Will Smith realmente falleció en la pelea narrada durante la introducción de la serie, y que el taxista que olía a cabra era Dios en persona conduciéndole a un cielodonde es posible que un chico de los barrios bajos se convierta en la figura más molona de la alta sociedad. La hipótesis justificaba las escasas y fugaces apariciones de los padres del personaje sentenciando que en realidad eran visitas de los progenitores a la tumba del hijo fenecido.
Otra de las especulaciones más conocidas, y hoy en día resobada y repetida por decenas de monologuistas, es aquella que defiende que la Jessica Fletcher de Se ha escrito un crimen es en realidad la asesina en serie más lista del mundo. Tiene cierta lógica: durante la vida del show 268 cadáveres aparecieron criando malvas en una localidad de escasos habitantes. Y nadie parecía ser consciente de que el común denominador en cada uno de aquellos asesinatos a lo mejor era la presencia de la misma señora en el escenario del crimen.
Las conexiones entre series es otro de los temas preferidos de la rumorología: hay quien asegura que el protagonista de Un médico precoz sería el futuro doctor House. Y quien supone que el Walter de Breaking Bad es un Malcolm adulto, que obviamente se parecería a su padre de ficción. Entre tanta teoría de universos entrelazados una de las más celebradas es la que sitúa a la propia Breaking Bad como precuela y culpable del escenario de The Walking Dead, basándose en una serie de elementos comunes entre ambos programas y suponiendo una población zombi provocada por el consumo masivo de metanfetamina azul.
El factor conspiranoico llegaría de la mano de una producción de Chris Carter: Expediente X generó un spin-off en el que se decidió dar el protagonismo a la pandilla de personajes más sosa y cansina de la serie, los pistoleros solitarios. The Lone Gunmen duró dos días y no se acuerda de ella ni los que la rodaron, pero su episodio piloto tendría mucho de inquietante: la trama se centra en un intento de atentado terrorista contra EEUU que consiste en controlar un avión a distancia para estrellarlo contra el World Trade Center. El episodio se estrenaría en 2001, en el mes de marzo.
Vía: gonzoo