La diva argentina Moria Casán confesó haberse prostituido en su adolescencia

La diva argentina Moria Casán estuvo en televisión argentina para defender a su hija, la actriz Sofía Gala, quien afirmó que prefiere ser «puta antes que moza» y que desató un escándalo contra el gremio hotelero. Pero la diva terminó contando otras cosas y sacó a la luz una historia personal.

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«Me pareció maravilloso. ¿Cómo vas a pedir disculpas por un pensamiento tuyo?», comentó primero la jurado del Bailando sobre las palabras de su hija. Dijo además que esperaba que la repercusión fuera negativa porque hay «mucha ignorancia e hipocresía». Luego halagó a Sofía al opinar que es honesta y libre.

«Ella no hace apología de la prostitución. Son elecciones. Como mucha gente no elige estar sentada en un supermercado», acotó. Y para sorpresa del conductor y los panelistas, agregó: «Yo he sido prostituta. Recontra gato fui yo. Me ofrecían y yo aceptaba y me encantaba».

Contó entonces cómo fue la primera vez que cobró por sexo. «Estudiando geografía, cuando estaba en la secundaria, dije ‘tengo que salir a la calle, levantarme un tipo y me tiene que pagar'», relató. El momento no fue muy agradable: «Me dio asco. Lo hice bañar, hice que me diera plata antes. Lo que hice no importa. Podés no hacer. Pero estuve con un hombre y me pagó», describió.

La experiencia no terminó ahí. Moria siguió haciendo lo mismo otras veces. «Tenía una especie de doble vida muy clandestina. No podía más estudiar geografía y me iba quedando libre», indicó. Evidentemente, el libro de esa materia le recordaba la decisión que había tomado. Al verse complicada en la escuela, optó por estudiar y dejar la otra actividad.

«Era menor de edad y sin ninguna necesidad económica. Decidí dar mi cuerpo por alguna razón interior. La pasé bien, nunca te diría que la pasé mal. Después elegí otra cosa», recordó. Y dio su opinión sobre el mundo del espectáculo: «El teatro de revistas era parecido a una prostitución. El actor pone el cuerpo y el alma en el escenario. Pone el corazón. ¿Cuánta gente se suicida cuando deja de tener éxito?».

Por último, comentó, fiel a su estilo, para desdramatizar: «Ni siquiera elegí un buen coche, elegí un señor mayor…»