Imágenes horribles han revelado el interior de una granja de cadáveres donde se alinean hileras de personas muertas que se dejan a la intemperie, donde inician su proceso de putrefacción, con el fin de que los científicos puedan estudiar los procesos en que se pudre un cadáver.
Pese a que parece un método horrible, en realidad es muy útil a la policía forense para resolver crímenes, pues les ayuda a tener una clara noción del estado de los cadáveres y el tiempo en que lleva muerta una eventual víctima.
Los científicos del Centro de Antropología Forense de la Universidad Estatal de Texas pueden usar los cadáveres donados y compararlos con los asesinados en circunstancias sospechosas. La evidencia reunida aquí se puede usar en un tribunal de justicia.
Los cuerpos también pueden usarse para ayudar con la reconstrucción facial. Al utilizar los cráneos y las imágenes de aquellos que se ofrecen como voluntarios para el entierro abierto, los científicos pueden ayudar a la policía a reconstruir cómo pudo haber sido una víctima real. La mayoría de los cuerpos pertenecen a personas que ofrecieron voluntariamente sus cuerpos, o bien fueron donados por sus familiares.
El Dr. Danny Wescott ha pasado varios años liderando la investigación de esqueletos en la universidad de los Estados Unidos, dijo:
«Nos permite ver cómo se descomponen los cuerpos. Trabajamos con funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y ayudamos con el entrenamiento de cadetes de la policía local. Tenemos dos criterios para los cuerpos: deben pesar menos de 500 libras cuando mueren. Y no deben tener ninguna enfermedad infecciosa activa como la hepatitis C. Luego se asigna a un proyecto de investigación. Los cuerpos se pueden dejar en el campo durante seis meses a un par de años. El esqueleto se usa para futuras investigaciones. De hecho, la mayoría de la investigación se hace sobre esqueletos».
«Nos permite dar estimaciones sobre la muerte a la policía. También podemos ayudar con la reconstrucción facial. Debido a que sabemos cómo era la persona antes de que murieran, podemos comparar esto con lo que han creado quienes dibujan las imágenes de reconstrucción facial. También observamos el lado de la ecología, y cómo afectan específicamente a los insectos. Tenemos que enjaular los cuerpos para que los buitres no se los coman».
Por muy útil que sea es, sin duda, la graja del horror.
Fuente: Mirror
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