La jornada electoral de este domingo dejó, además de los resultados oficiales que sitúan a Sebastián Piñera como presidente del país para los próximos cuatro años, un sinfín de anécdotas que fueron objeto de comentarios en las redes sociales.
Uno de ellos fue el protagonizado por Leonardo Farkas, quien acudió a sufragar al colegio Sagrados Corazones de Manquehue, en Las Condes.
Cada vez que vota Leonardo Farkas se arma una batahola. Ya sea para saber su candidato favorito o para pedirle algún favor económico. Y en esta segunda vuelta volvió a ocurrir, pero con un mensaje que sorprendió.
Farkas arribó hasta el colegio Sagrados Corazones de Manquehue, en Las Condes, para sufragar. Lo que más llamó la atención de su comparencencia ante los medios fue la feroz crítica que hizo contra las especulaciones hechas en Chilevisión por la tarotista Deseret Tavares, quien aseguró que el empresario tenía un triángulo amoroso.
La tarotista sostuvo en el matinal de CHV que, de acuerdo a su interpretación “Su vida amorosa le sale muy inestable, confusa. Sale que hay falta de conexión entre él y la pareja. Y él está en un triángulo amoroso donde muestra que hay dos mujeres en la vida de él. Habla que no está siendo honesto y que acabando algo y está iniciando una relación. Está enamorado de una mujer que tiene una influencia muy fuerte con él, la cual lo hace feliz. Le sale la carta del cuerno, de la traición. Él tiene otra persona”.
Farkas fue rotundo al afirmar que eso es totalmente falso y que nunca le ha sido infiel a su esposa, Betina Friedman, con quien está casado desde 1994, tal y como consigna el medio Glamorama.
“Ya dije que no me gusta la política. La gente no tiene que creer todo lo que dicen. El otro día salió una tarotista que dijo que yo le he puesto el gorro a mi señora no sé cuántas veces. Aquí, delante de Dios, que me parta un rayo. No le he dado un beso en la boca a alguna mujer desde que me casé. Que mis hijos, no quiero decir que se mueran, pero nunca le he dado un beso en la boca como hacen todos los animadores, que dan piquito.
“Entonces no pueden creer todo lo que sale en la tele, que dicen que uno lo gorrean y eso. No porque salga en la tele las cosas son ciertas. Lo único que quiero es unidad. Si hay unas niñitas vendiendo galletas, les compro afuera, pero no venimos a eso. Y no me pidan trabajo, porque no les puedo dar. ¡Y viva Chile!
“Yo soy un hombre religioso. Tengo un bachelor en religious studies… Nunca lo he contado. Es un licenciado. Nunca le he dado un beso a alguna mujer, desde que me casé, en la boca. Nunca. Entonces, si alguien dice que le he puesto, con una modelo, le doy millones de dólares si alguien viene a demostrarlo. La gente no puede creer una cosa así. No pueden creer todo lo que escuchan”.