Diez años después de la crisis financiera de 2008 “muy poco ha sido realmente reparado” y la próxima burbuja está a punto de explotar. Así lo afirma Bill Blain, estratega de la consultora Mint Partners, precisando que esta vez los mercados de bonos serán los que desencadenen el caos.
“La sensación de que una crisis está por llegar es muy similar a la de junio de 2007, cuando los primeros fondos respaldados por hipotecas en EE.UU. comenzaron a tambalearse”, describió el analista, añadiendo que, a pesar de que los problemas en cuanto a la deuda del consumidor continúan, la próxima crisis financiera probablemente surja desde la deuda corporativa.
“Estamos viendo dificultades en el sector altamente apalancado de los mercados de bonos basura [inversiones de alto riesgo financiadas con altos niveles de deuda], y las empresas que se correlacionan con clientes altamente apalancados —como la salud y las telecomunicaciones— también tienen problemas”, agregó.
En este sentido, el estratega apunta a la reciente movida del Banco Popular de China, que días atrás inyectó 47.000 millones de dólares en su sistema financiero, con lo que propulsó el mercado global de valores. Para Blain, sin embargo, el mercado de valores no tiene importancia.
“Los bancos centrales tienen poco de qué preocuparse en 2018, ya que si los mercados se tornan díscolos, simplemente se les puede arrojar un montón de dinero”, explicó el analista. “Pero la verdad está en los mercados de bonos, y ahí es donde estoy mirando el rompimiento de la presa. La gran crisis de 2018 comenzará en las profundidades más oscuras del mercado crediticio”, concluyó.