“¡Está mañosa hoy día!”, exclamó Julio César Rodríguez en el último Primer Plano frente a María Luisa Cordero que andaba con toda la mañana.
La siquiatra tuvo varias salidas en un episodio donde le molestaron muchas cosas: el lugar donde la sentaron, la canción que programaba de fondo el musicalizador del espacio, algunos comentarios de Pamela Jiles, o que el público del estudio aplaudiera y participara. De hecho, hizo callar a la gente.
Uno de los momentos en que explotó fue cuando cuando protestó por la musicalización de fondo del programa:
María Luisa Cordero: “¡Fuera el maldito bombo que ponen de música de fondo! ¡Yo no sé pa qué miércale!”
Francisca García-Huidobro: “¡Apáguenle el bombo a la doctora ahora!”
Cordero: “Peleando con el ruido pá poder decir algo. Hay que decir ‘¡oiga!’”
Luego le ponen un tango y ella hace un amenazante gesto con brazo y un puño.
García-Huidobro: “Les dijimos que sin música. ¡Quiere silencio! ¡No quiere nada de música!”
Cordero: “¡Yo pago la multa de los tarados del Consejo de… (Televisión, por el gesto que hizo)!”
Julio César Rodríguez, tratando de calmarla y protegerla, como siempre: “¡Doctora! Lo que pasa es que la mezcla está muy fuerte, la música acá, de verdad”
Cordero: “¡Si uno no se escucha aquí!”
García-Huidobro: “Y usted está muy lejos también”
Cordero: “¡Sí aquí me pusieron! ¡Si los viejos somos desechos! ¿Sí o no?”
Rodríguez: “Doctora, ¿quiere sentarse acá?”
Cordero: “¡No! ¿Pá echar a perder el cuadro? ¡No!”
Rodríguez: “¡Está mañosa hoy día!”
Cordero: “¡Una gorda chica! No estoy en los parámetros de la televisión: Anoréxica y con anemia (habla haciendo una imitación burlona)”
Rodríguez: “¡Doctora, está aquí todos los viernes! ¡No sea mal agradecida!”
Luego Cordero hace callar al público en el estudio. “¡Dejen de hacer tanto ruido!”, grita, y remeda a la gente que aplaude.
Aunque trató de “usted” y con mucho respeto al invitado estelar del programa, Bastián Bodenhofer, quien fue a hablar de su nuevo trabajo como chofer de Uber, le hizo un par de preguntas inesperadas:
Primero se burló de una consulta de Pamela Jiles al actor, sobre cómo se proyectaba cuando joven a los 55 años que tiene ahora. “¿Te imaginabas que ibas a tener adenoma prostático?”, comentó irónicamente.
Luego hizo uno de sus infames diagnósticos solo con ver una foto de Bodenhofer en la pantalla de fondo del estudio:
Cordero: “¿Usted ha tenido episodios depresivos, Bastián?”
Bodenhofer: “No, fijaté”
Cordero: “Porque ahí en esa foto se podría hacer una clase de la máscara de la depresión”
Bodenhofer: “¿A ver?”
Cordero: “¡Justo el idiota lo cambió (refiriéndose a la foto en la pantalla)! Perdón”
Rodríguez: “Hoy día la doctora se despidió al Dj y se despidió al gráfico”
Cordero: “Me estarían despidiendo a mi. Esa (hablando de la foto de Bastián) es para hacer una clase de la máscara de la depresión. Tiene los surcos de los ojos, de los párpados, caídos”
Bodenhofer: “Nunca he sido una persona depresiva”.
Cuando iban a repetir la imagen del recordado final de la teleserie Angel Malo, donde muere la protagonista, Nice (Carolina Arregui), frente a su amado y desconsolado Roberto (Bodenhofer), reclama: “¡Da vergüenza ajena porque da es hacer una clase de histeria! ¡Histeria! ¡Hasta la muerta era histérica!”
También le peguntó al invitado por qué los actores son supuestamente tan pesados:
Cordero: ¿Puedo hacer uso de la palabra yo? Para que se justifique que estoy sentá aquí, en esta noche media helá y con disfonía. No es muy simpático lo que le voy a preguntar. Ustedes los actores pertenecen a un universo distinto al nuestro, a los ciudadanos de a pie. Son herméticos, son medios irónicos, se entienden entre ustedes, tienen un humor de ustedes. ¿Que ha significado para usted juntarse con los ciudadanos de a pie en este trabajo?
“Yo tuve una experiencia, que fui a un seminario con ustedes, los actores de teatro, y no me saludaban a mí, porque yo era médico. Se saludaban, conversaban, tenían unas conversaciones entre ellos, y yo… Bueno, a lo mejor soy una vieja… No era vieja en ese tiempo, pero yo decía ‘ellos son como distintos’”.
Rodríguez: “Pero a lo mejor no la conocían, poh doctora”
García-Huidobro: “¡¿Pero por qué no la van a saludar porque es doctora?!”
Cordero: “¡Hombre, pero sí! Te puedo decir hasta el nombre de la que no me saludó”
Entonces, Bodenhofer se pone de pie y se dirige a saludarla, y ella le estira la mano y le quita la cara. Luego explicaron que era porque estaba resfriada y no quería contagiar a nadie.
Y también le tiró pesadeces a Pamela Jiles:
Jiles: “De hecho, con la María Luisa estamos pensando en formar un sindicato para cobrar nuestros Viernes Santos”
Cordero: “¡Pero tú tení que cobrar el día los marxistas! ¡No te metai en la Iglesia Católica! El día de los renegados tendríai que cobrar tú, poh”
Jiles: “¿Está peleá conmmigo?”
García-Huidobro: “¡Está peleá con todo el mundo!”
Cordero: “¿O te metiste al Opus Dei para ayudar a Ossandón, con tal de cagarte a Piñera?”.
Vía: Glamorama