La historia fatal de este bebé de 3 meses te hará reflexionar acerca de la licencia maternal…

La licencia maternal es un derecho

La historia fatal de este bebé de 3 meses te hará reflexionar acerca de la licencia maternal…

Autor: Andrea Peña

La licencia maternal es un derecho. Ámbar Scorah se sentía bendecida por tener tres meses, cuando muchas mamás no podían tener tanto tiempo. Sin embargo, ¿fue suficiente esa licencia?, ¿las mamás deberían estar más tiempo con su bebé? En el caso de que se quieran quedar en su hogar cuidando a su bebé, el trabajo ¿qué debería hacer?, ¿concederla licencia sin goce de sueldo o solicitarle la renuncia?

Son muchas preguntas, quizá cada una varíe a lo largo del planeta, quizá no todas tengan respuesta, pero al menos motivará a que todos reflexionemos acerca de la licencia maternal.

En busca de tomar la mejor decisión

Luego de 117 días juntos, Ámbar Scorah tuvo que tomar una decisión: llevar a su bebé a una guardería o ella y su pareja renunciar a sus trabajos. Los tres meses de licencia se habían terminado, pero ella sentía que su pequeño todavía no estaba preparado para separarse de su mamá, y ella tampoco lo estaba. Así que decidió ir a su trabajo a solicitar una licencia sin goce de sueldo por un tiempo para que su bebé crezca un poco más y esté pronto para alejarse de su mamá y quedarse en una guardería.

La empresa le expresó que no había posibilidad de extender su licencia de maternidad. La única opción era dejar de trabajar. Pero, había un problema; si bien ella gana menos que su pareja, él trabaja como freelance y el seguro médico de los tres estaba a cargo de Ámbar. Si su pareja renunciaba iba a ser imposible cubrir los gastos de la familia, y si ella renunciaba se podían enfrentar a grandes gastos si algo malo les sucedía a alguno de los tres.

Entonces, la decisión fue llevarlo a una guardería mientras ambos trabajaban. Buscaron por todos lados, hasta que encontraron una guardería cerca del trabajo de ella, y así podría pasar seguido para alimentarlo y verlo. Muchas mamás le recomendaron esa guardería, así que la pareja decidió recurrir a ella. Incluso cuando fueron a conocerla se sintieron realmente bien allí.

Pensó una y otra vez si sería la mejor opción. Era único hijo y quizá le gustaría crecer junto a otros niños. «No le va a pasar nada, no es que se va a morir», pensó. A pesar de ponerse mil excusas, se sentía mal,estar lejos de su bebé no era lo que más quería.

Un final… ¿evitable?

Pero, un lunes por la mañana, Ámbar Scorah se subió al metro, alimentó a su bebé y lo llevó a la guardería. 9.30 llegó. El asistente con una sonrisa en la cara y los brazos abiertos lo saludo. Su bebé sonrió. El dueño de la guardería le comentó que no se preocupara, que lo único que le podía pasar era que un camión de bomberos de juguete lo lastimara, pero nada más. Así que ella se sintió tranquila, con confianza. Y allí lo dejó.

Al mediodía, específicamente a las 12.15, ella volvió a la guardería a amamantar a su bebé. Estaba emocionada, feliz de volver a verlo, “sentir sus rollos regordetes”. Pero cuando subió las escaleras, notó que la puerta estaba abierta. Le pareció raro, pero decidió entrar. Cuando entró vio a su hijo inconsciente, arriba de una mesa. Y el dueño de la guardería intentando hacer, de forma incorrecta según expresó, primeros auxilios.

Su hijo falleció dos horas y media después de que ella lo dejó. El informe forense no supo determinar qué le pasó, solo que falleció 11.50 am. 25 minutos antes de que su mamá volviera a verlo. El asistente vio que su bebé estaba pateando y lo llevó hacia el dueño, quien expresó que los bebés siempre pateaban en el sueño. Pero este no fue el caso.

¿Por qué sucedió eso? Si su mamá se hubiera quedad con él, ¿habría pasado este fatal suceso? ¿Fue el destino? Una triste historia que trae miles de preguntas, lamentablemente sin respuestas.

Esta mamá nunca encontrará respuestas, nunca sabrá si la historia hubiera sido diferente si no lo hubiese dejado en la guardería o si ella hubiera llegado antes. Nadie lo sabrá. Sin embargo, nos invita a reflexionar qué tan importante es la licencia maternal. Es un derecho, todas las mamás deberíamos poder solicitarla, hasta que nos sintamos tranquilas, seguras y en paz.

 

Fuente: IM


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