La historia tras el «hombre globo» esconde un riesgo social que nadie se imagina

Este buzo ha revelado el mal físico que lo aqueja después que sufriera de las consecuencias de emerger de aguas profundas con demasiada rapidez.

Alejandro Ramos Martínez trabajaba como pescador y se zambulló en la costa peruana como habitualmente lo hacía día a día, en una de las partes más profundas del océano a nivel local.

Tenía experiencia en la captura de fauna marina, pero un día cometió un error que casi le costó la vida.

Se elevó demasiado rápido haciendo que el nitrógeno que se había disuelto en su sangre formara burbujas. Ese nitrógeno se hinchó en grandes sacos dentro de su cuerpo, causando gran dolor e hinchazón.

El efecto se conoce como enfermedad de descompresión o «las curvas» y es uno de los peligros más temidos por los buceadores.

Los síntomas incluyen hinchazón de las articulaciones, piel moteada, picazón, daño cerebral, parálisis, dolores de cabeza, tos, mareos y náuseas.

La enfermedad de descompresión por lo general es causada por la subida demasiado rápido del buzo, lo cual también puede ser fatal.

En el caso de Alejandro, donde el nitrógeno se ha pegado en vainas tipo globo alrededor de sus músculos, se cree que es único.

Él ganó rápidamente peso después del accidente. Todavía está en tratamiento de oxígeno en una cámara presurizada.

Miguel Alarcón, médico del hospital San Juan de Dios, en la ciudad de Pisco, en la sureña provincia peruana del mismo nombre, dice que él y sus colegas ya han logrado reducir alrededor del 30 por ciento del volumen del nitrógeno en el cuerpo de Alejandro utilizando este medio.