Rosie Mercado es una maquilladora y modelo. Durante años fue tras su carrera en lo segundo. Pero no tenía mucha suerte. Ninguna agencia quería firmarla, e incluso le decían que “nunca iba a conseguir un contrato”. ¿La razón? Que hace unos años Rosie pesaba 185 kilos.
Ella seguía intentándolo y seguía con su vida. Estaba pasando por un mal momento, y su frustración le estaba ganando. Esta hermosa mujer encontró refugio en la comida y quería mantener eso. Pero a la vez, estaba poniendo obstáculos en su carrera soñada.
“Toqué fondo hace unos 8 años, y comencé a ganar mucho peso. Mi hijo fue diagnosticado con una leve parálisis cerebral, mi matrimonio se rompió en pedazos. Todo lo que podría haber pasado, pasó”.
Pero hubo un hecho en particular que hizo que Rosie quisiera cambiar. Una noche en un vuelo de Las Vegas a Nueva York, la azafata del avión le dijo que debía comprar dos asientos. Si ella no quería perder el vuelo, debía pagar el doble, pues no cabía en el espacio. Esa humillación fue la última que Rosie quería tolerar.
Así decidió cambiar su alimentación y ejercitarse. No quería tener más vergüenza de aparecer en público. Estaba evitando ir al cine, asistir a parques de diversión con sus hijos y más actividades. No estaba teniendo una buena vida. Y fue la mejor decisión que pudo haber tomado.
Desde el 2011 comenzó este desafío y ha tenido éxito. A la fecha ha bajado 91 kilos, y no se conforma. No por vanidad, sino por su salud. Debe mantener su estilo de vida proactivo y saludable para no ponerse en peligro.
“Todo se reduce a hábitos saludables. Sí tengo un día de ‘trampa’, pero además de esa única comida, sólo consumo proteínas, carbohidratos sanos y nada de lácteos. Como muchos vegetales y tomo mucha agua”.
¿Y cuál es la mejor parte? Logró firmar un contrato. True Model Management decidió darle la bienvenida el 2014. Su hermoso rostro, sonrisa y confianza ya protagonizan una campaña. Su carrera nunca había estado mejor.
Quizás tuvo que sufrir una fea humillación para darse cuenta. Pero era el momento en que debía dejar de sufrir, y comenzar a brillar. Rosie debía salir ya del cascarón. Y de seguro las cosas seguirán tan buenas como hasta ahora.
Muchas marcas de ‘talla grande’ se interesan en ella. En poco tiempo su carrera soñada se consolidó, su salud mejoró y ahora está muy contenta con su cuerpo. ¡Un aplausos para estos ejemplos de superación!