Esta increíble historia parece sacada de la mente del más melodramático guionista de teleseries centroamericanas. Y la verdad, es que este relato de la vida real transcurre precisamente en Colombia.
Todo era relativamente normal en 1988 hasta que dos pares de gemelos fueron intercambiados, es decir quedaron uno de cada par unidos como gemelos. Las circunstancias de la vida hicieron que 24 años después se encontrarán por los «azares» de la vida.
Una amiga de la oficina de uno de ellos, de Jorge Enrique Bernal Castro, fue de compras a la carnicería en la que estaba trabajando William Cañas Velasco. Allí descubrió el evidente parecido por lo que tomo una fotografía y se la mostró a su compañero de oficina.
Finalmente se pusieron en contacto. Jorge entonces conoció a William.
Fue entonces cuando se fieron cuenta que sus hermanos mellizos, Carlos Bernal Castro y Wilber Cañas Velasco, también eran iguales entre sí.
A medida que se fueron conociendo se dieron cuenta que cada par se parecía mucho más entre sí en las personalidad que manifestaban en lugar de con quienes habían compartido sus vidas.
Image Incluso existe la anécdota de que compartían el mismo modelo y color de celular.
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Image copyrightNatalio CosoyAsí ocurrió todo
William y Jorge nacieron el 21 de diciembre de 1988, en el Hospital Materno Infantil de Bogotá y Wilber y Carlos nacieron un día después en el departamento de Santander. Carlos tuvo complicaciones que desencadenaron el traslado de él y su hermano al mismo hospital donde estaban los otros hermanos.
Jorge cree que los pusieron a todos en la misma sala y que se habrá caído alguna o algunas de las pulseras que identifican a los niños en los hospitales y allí se produjo el lío.
A todos les dieron el alta el mismo día. William se fue con Wilber para Santander, a una zona rural, y Carlos se quedó con Jorge en Bogotá.
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Antes de conocerse tenían miedo de quién podía ser aquel otro que era igual a ellos físicamente.
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Han aprendido y entendido que son cuatro hermanos en lugar de un par y que desde que la historia fue publicada en 2013 en NewYorkTimes han vivido sus vidas desde un nuevo lugar que les permite replantearse el futuro con nuevas expectativas.
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