Arya Permana, es un niño de 10 años que pesa alrededor de 192 kilos, ha podido volver a la escuela en el oeste de Java, Indonesia, después de someterse durante dos meses a un plan alimenticio para disminuir de peso, mejorar su salud y volver a caminar.
Por temor al grave riesgo de padecer enfermedades mortales y problemas respiratorios asociados a la obesidad, los padres de Arya recurrieron a médicos que le impusieron un estricto régimen para controlar su peso. Arya había dejado de ir a la escuela porque el sobrepeso no le permitía caminar, sentarse o jugar durante más de unos pocos minutos.
Según Nia Nantia, dietista de Permana, el programa de dieta diseñado para el niño consiste en el aumento de las fibras vegetales y reducción de los carbohidratos, centrándose la mayor atención en la actividad física. «Cuanto más camine y juegue, más calorías quemará», sostiene la nutricionista.
Arya también se sometió a cirugía en abril del año pasado, que le ayudó a perder varias libras, pero los padres creen que podría requerir otra operación.
Los padres dijeron: «Él no puede comer mucho después de la cirugía Sólo come cuatro cucharadas de leche de arroz y bebidas de dieta Si come más, vomita…
«No se le permite comer azúcar y carbohidratos. Estamos muy contentos de que él se muestre más enérgico y puede jugar al fútbol. Ahora puede jugar sin quejarse por la falta de aliento».
«Camina y corre por dos kilómetros al día, pero es probable que requiera una nueva cirugía este año.»