Muchos actores han contado la dura realidad laboral que enfrentan después de participar en un proyecto de gran éxito. Hay varios factores: la abismante comparación, el que queden «marcados» con sus personajes, entre otras cosas. Este mismo parece ser el caso que ha afectado a los protagonistas de «Yo soy Betty, la fea», de 1999.
Natalia Ramírez era la antagonista de Betty en la teleserie, y ella ha comentado esta realidad:
«No me ha tocado otro papel tan bien escrito. Las historias ayudan a surgir, y si no funcionan, queman hasta a los mejores actores. He hecho papeles maravillosos en comedia, drama, melodrama y hasta policíacos; sin embargo, ‘Marcela’ me consagró».
Lo que sucede aquí es que después de saltar a la fama internacional con sus interpretaciones, les ha costado volver a llegar a ese punto. Debería haber sido el puntapié inicial, pero sólo fue el anuncio de una nueva caída.
Lo mismo ha tenido que enfrentar su protagonista, Ana María Orozco. Para ella fue tal el éxito abrumador, que dejó de hacer este tipo de propuestas en 15 años, hasta que en el 2014 aceptó un rol en una telenovela argentina, llamada «Somos familia».
«En ese momento, cuando lo estaba haciendo, era como mucho, fue muy intenso y todo en exceso hace mal. Era un poco de agobio, pero pude parar y tomarme un tiempo», declaró hace un tiempo. Así, ella quiso dejar el atareado ritmo que tuvo la producción, para participar más en cine, teatro y dedicarse a su familia.
La actriz confesó que necesitaba esa baja que a muchos les afectó, pues ella estaba demasiado expuesta en los medios de comunicación. La vida pública estaba en sus planes, por lo que la «maldición» para ella fue otra.
Pero no se arrepiente de su decisión, ni de su emblemático papel. «Ahora, no sé si fue lo mejor, pero fue lo que sentí y elegí porque no era mi norte, yo venía actuando desde niña y siempre aprendiendo mucho, sin embargo, una vida de celebridad y fama desbordada no me hubiera hecho feliz, por mi personalidad».
La colombiana siguió participando en televisión desde su regreso en el 2014, pero tuvo la misma suerte: poca audiencia y pasó sin pena ni gloria.
Jorge Enrique Abello es otro de los protagonistas que corrió la misma suerte. Interpretaba al galán Don Armando. Si bien ha continuado en la televisión, con proyectos como «A corazón abierto», ha tenido varios papeles buenos, pero ninguno que iguale al que interpretó hace casi dos décadas.
Otro de los personajes principales era Patricia Fernández, la secretaria, interpretada por Lorna Paz. Paz siguió con su carrera e incluso participó en proyectos fuera de su natal Colombia, como fue en Argentina.
Además, hizo una versión de «Casado con hijos» y también de la serie norteamericana «Desperate Housewives» (Amas de casa desesperadas), pero el público no respondió tan bien como se esperaba. Pero sigue siendo reconocida por la «peliteñida», personaje del que no se ha podido desmarcar.