Primero fue Roxxxy, la robot sexual que hace unos años causó furor. Pero hoy se estrena un nuevo invento más, de apariencia bastante humana, como es la idea. Y es que no es ya un robot, sino un androide sexual que ha venido a revolucionar el mundo del placer.
Se trata de Harmony, de melena pelirroja, curvilínea figura, y con muchas habilidades «en la cama».
Y es que – lo bueno o extraño – Harmony es un cíborg hecho como juego sexual. Jadea, aprende tus deseos, interpreta sentimientos según las miradas que encuentra. Está hecha a la medida de una estrella porno, y puede incluso simular sus movimientos.
A fines del 2017 se espera que salga al mercado. Algunos la comparan con Megan Fox, pero tiene su propio estilo. Incluso puede simular la temperatura corporal humana, y su «cerebro» funciona controlado por una aplicación.
Su creador es Matt McMullen, quien lleva cerca de 20 años trabajando en ella: «Harmony habla de cómo podemos emplear la tecnología para ayudar a la gente, para socorrer a aquellos que estén sufriendo o que se encuentren muy solos».
La idea es que incluso tenga orgasmos. Esto ha generado bastante recelo dentro de un contexto occidental donde el feminismo cada día va tomando más forma, y las personas más consciencia. La objetivización es una discusión constante, pero para algunos, como su creador, vale la pena cruzar ese límite en su experimento.