Unas vacaciones a Australia cambiaron el destino de Tatiana Merino. La reconocida vedette nacional se enamoró durante un viaje al país oceánico y terminó mudándose a ese lugar para seguir adelante con su relación, según contó a varios medios nacionales.
La vida de la exvedette Tatiana Merino dio un giro radical. La artista nunca pensó que a los 50 años se volvería a enamorar, pero la vida le tenía muchas sorpresas…
El año pasado, Merino visitó a su familia en Sidney donde conoció a Warren Bain, un amigo de su hermana que le robó el corazón. Fue tanto su amor, que a los pocos meses ella se estableció en Australia y en diciembre firmaron el Acuerdo de Unión Civil.
“Él no habla español y yo no hablaba inglés, cuando nos conocimos quedamos en enseñarnos los idiomas, así comenzamos a salir, con translate en mano, jajajá. Cuando llegó mayo yo le dije que me regresaría. Y me pidió que nos diéramos un tiempo para conocernos. Me llevó a Nueva Zelanda cinco días. Y así fuimos viendo nuestra relación”, relató Tatiana a La Cuarta.
Enamorada, decidió iniciar una nueva vida en otro país junto a sus hijos, sin tener muy claro cómo sería su vida laboral: “Lo artístico aquí no es para vivir”, aseguró, por lo que como cualquier migrante decidió tomar el primer empleo que le ofrecieran para poder mantener la visa. Así fue como comenzó a trabajar en la empresa de aseo de una amiga.
“Jamás en mi vida había hecho limpieza de oficina, menos de casa…Una como mujer siempre hace limpieza en el hogar y sin sueldo. Cambié las plumas por el plumero, jajajá. Hay una gran diferencia entre Chile y Australia, acá se paga por horas de trabajo. Por lo más bajo 100 dólares en 5 horas o sea 50 mil pesos de Chile diarios”, explicó.
Tatiana está segura que este nuevo trabajo será momentáneo.
“Creo que la vida es una rueda, a veces estás arriba y otras abajo. Pero tengo la tranquilidad de que es sólo momentáneo. Sé vivir con mucho y sé vivir con poco. Lo mejor que aquí puedes hacer lo que se te ocurra y no es mal mirado“, declaró.
Por el momento, Tatiana está aprendiendo inglés para emprender su propio negocio.
“Necesito capital para poner algo donde hacer clases de teatro, de autoestima. Hay que trabajar, juntar, soñar y realizar. Estoy en el primer paso. Las luces me encantan, mi trabajo es mi vida, pero no puedo cegarme a una realidad que es el idioma. Tengo que luchar por cruzar esos obstáculos y después hacer lo mío”, continuó.