Estado Islámico (EI) publicó el miércoles el último número de su revista Dabiq, bajo el título ‘Simplemente, Terror’. En la portada se una foto de los paramédicos parisinos en una de las escenas de los atentados. Sin embargo, las 66 páginas del número (que tan solo ha sido publicado en formato PDF y no impreso) eluden cualquier alusión a los atentados de París, más allá de la breve editorial que encabeza la publicación y en la que se celebra la operación.
La editorial vincula los atentados con la participación de Francia en los bombardeos contra Estado Islámico en Siria e Irak. «El 19 de septiembre de 2014 Francia arrancó su arrogante ofensiva contra el Califato», se lee en la editorial. «Al igual que Rusia, Francia ha sido cegada por la soberbia, convencida de que su distancia geográfica de el Califato la protegería de la justicia de los muyahidines».
La revista alaba también a los perpetradores de la matanza. «Los ocho caballeros que pusieron París de rodillas, después de tantos años en que Francia se ha reído en la cara del Islam. Los atentados han provocado que se declare el estado de emergencia por todo el país. Solo hicieron falto ocho hombres armados con sus rifles de asalto y sus cinturones explosivos».
El ataque, según reivindica Estado Islámico, servirá como una amenaza para el futuro dirigida contra todos los países europeos que luchen contra Estado Islámico.
«Nosotros nos preguntamos cuándo pondrán fin a sus hostilidades contra el Islam y contra los musulmanes estos Cruzados occidentales. ¿Cuándo se darán cuenta de que el Califato ha llegado para quedarse? ¿Cuándo se darán cuenta de que la solución a su despropósito está justo enfrente de sus miradas cegadas?» se pregunta. «Hasta entonces, solo el terror continuará golpeando el núcleo de sus corazones amortiguados».
La revista también incorpora nuevas informaciones sobre la bomba que derribó a un avión ruso de pasajeros cerca del monte de Sinaí el mes pasado. En las primeras páginas del último número de la infame revista de Estado Islámico, se muestra una fotografía de lo que ha sido reivindicado como una bomba casera — un pequeño artefacto explosivo que puede embutirse en una lata de refrescos.
Dabiq incluye en sus páginas mensajes de militantes de Estado Islámico repartidos por todo el mundo. En este último número, también aparecen artículos sobre Yemen y Somalia, además de una columna en la que se alienta a los reclutas femeninas de la organización a que abracen la poligamia.
Fuente: Vice