El actor Keanu Reeves ha sido uno de los mejores pagados de Hollywood. Desde hace años se ha mantenido en su labor en la pantalla grande, aceptando distintos roles de todo tipo, pero siempre manteniéndose vigente. A pesar de ello, se le conoce por llevar un estilo de vida alejado del glamour y las comodidades que llevan otras estrellas.
Esto ha mantenido un cierta aura de misterio en torno al actor. Pero hay una razón para ello, y es que ha tenido una vida con fuertes altos y bajos. Si bien ha superado todo, esto lo ha hecho enfrentarse con otra perspectiva a la vida.
Una de estas situaciones complicadas que ha tenido que vivir, es la relación con su padre. El hombre humillaba y maltrataba a Reeves cuando él apenas tenía 12 años. Después de unos años, él llegó a la prisión acusado de tráfico de drogas.
Por otra parte, su madre tuvo que aguantar el maltrato que su esposo generaba. Para poder sobrevivir y mantener a sus hijos, ella tuvo que trabajar durante años en como desnudista en locales nocturnos.
El actor ha revelado que tuvo muchos «padrastros» que no lo trataban bien, debido a las malas decisiones de su madre. Carecía de una figura de apoyo, ejemplo y cariño masculina. Pero todo es quedó en el pasado y hoy tienen una relación muy apegada.
Cuando aún era un niño, su hermana Kim sufrió de leucemia. Logró recuperarse, pero fue un largo camino, a través del cual Reeves la ayudó siempre. Por ejemplo, donó un 70% de todo lo que ganó con la gran película Matriz, a diferentes hospitales e instituciones que tratan esta enfermedad como forma de agradecimiento.
En 1999 estaba en una relación con Jennifer Syme. Todo parecía ir bien, hasta que en el mismo año, recibió la terrible noticia de que Syme había perdido a la bebé que estaban esperando, de ya 8 meses, ya que se encontraba muerta en su vientre.
Pero eso no fue lo único trágico que sucedió. El fin de la relación llegó con la repentina muerte de Syme en el 2001, cuando volvía de una fiesta de Marilyn Manson. La camioneta de la joven perdió el control, lo que provocó un accidente que la mató al instante, con apenas 28 años.
El mejor amigo de Reeves era el actor River Phoenix. Este murió muy joven por una sobredosis de drogas, en el año 1993. El actor ha confesado que siempre lo recuerda y piensa en lo que podría haber hecho para evitar su muerte.
Justo en medio de esta triste noticia, el mismo año, detuvieron a su padre por abuso y venta de drogas, enviándolo indefinidamente a prisión.
Todas estas vivencias han hecho de Reeves una persona más desprendida y simple, sin aferrarse a los lujos que le podría traer su fortuna y éxito en Hollywood. Él no se rodea de guardias, sino que siempre camina tranquilo y solo por las calles de Los Ángeles, donde vive.
Muchos transeúntes lo ven comiendo en la calle o sentado en una banca, como una persona normal. Algunos especulan que tenía trastornos emocionales o psicológicos, como depresión. A eso él responde que «Muchos necesitan felicidad para poder vivir, yo no».
Su patrimonio monetario se estima en 350 millones de dólares. Pero a él le gusta vivir de manera sencilla. Tiene un simple departamento, siempre viaja en metro, no gasta en excentricidades y mantiene su vida como cualquier otra persona.
En una ocasión, fue a festejar su cumpleaños sólo al ir a comprar un café y un pequeño pastel con una vela. Las personas se le acercaron y él incluso les hablaba y ofrecía pastel. Lo que es raro de ver en una industria donde muchos cambian radicalmente su vida. Él se mantiene como siempre ha sido.