Kim Kardashian y el rapero Kanye West esperan a su tercer hijo a través de la contratación de un vientre de alquiler , procedimiento que les permitió imponer una serie de drásticas cláusulas a la madre portadora del bebé, quien debe acatarlas al pie de la letra.
La pareja optó por este método (cuyo costo bordea los 45 mil dólares) ya que la celebridad tiene problemas de salud que no le permiten volver a quedar embarazada, según consignó el sitio TMZ.
A raíz de lo anterior Kardashian determinó una lista de alimentos que la madre portadora debe comer durante el embarazo, además tiene prohibido tomar baños con agua caliente, teñirse el pelo y comer pescado crudo.
«Quieren que todo sea perfecto y que el bebé tenga buena salud. No quieren ninguna complicación«, dijo una fuente cercana a la pareja a TMZ.
La madre subrogante es afroamericana, tiene 20 años, universitaria y lleva cinco años casada con dos hijos, según explican medios locales.
«Toda la familia está feliz. Kim había estado buscando durante meses y hasta hace poco fue cuando encontró a la candidata perfecta«, dijo un informante a People.
Kardashian y West serán padres de una niña que nacería en enero próximo, quien se suma a la familia compuesta por North, de cuatro años, y Saint, de dos.
Con información de Infobae.