Pasar el resto de sus días junto a una muñeca silicona es su ilusión. Masayuki Ozaki, Senji Nakajima y Yoshitaka Hyodo son tres japoneses que se han dejado fotografiar en su día a día con sus compañeras hiperrealistas a tamaño real.
En Japón se venden por unos 5.300 euros, y cada año se compran unas 2.000 unidades en ese país. Los enamorados de carne y hueso las visten, las pasean y mantienen relaciones sexuales con ellas.