En la semana 34 del embarazo, los médicos se reunieron con los padres para orientarlos y aconsejarlos que lo mejor era interrumpir el embarazo
El amor que se origina entre una madre y su bebé es incalculable, más para una pareja que le ha sido muy difícil procrear o a para los que recién tendrán la dicha de ser padres. Los chequeos médicos que se aplican a la madre y al feto son periódicos; en ellos te da una visión general de cual es el estado de la criatura, por lo general el diagnóstico que reciben las madres es alentador; sin embargo, para otras el resultado es devastador.
Es ahí donde los médicos las ponen en una encrucijada o la vida de sus bebés o la de ellas. Esto le sucedió a una pareja originaria de Estados Unidos, en unos de los ultrasonidos que se realizó la madre, los médicos le advirtieron que el crecimiento de su bebé no se estaba llevando con normalidad, por lo que el tamaño era visiblemente más pequeño.
Con el correr de los meses, los médicos llegaron a la conclusión de que el feto padecía la enfermedad del enanismo, enfermedad que afecta el crecimiento óseo a través de una mutación genética que puede ser temporal o extenderse durante toda la vida.
Ambos padres se sometieron a innumerables exámenes, los cuales sacaron a relucir que ambos padres portaban el gen que causa alteración en los huesos e impide el crecimiento de los mismos. En la semana 34 del embarazo, los médicos se reunieron con los padres para orientarlos y aconsejarlos que lo mejor era interrumpir el embarazo. La decisión que tomó la primeriza madre, conmovió a todos, con el apoyo de su esposo, ella culminaría con su embarazo y dentro de poco tendría a su bebé en brazos.
Finalmente los padres tuvieron a su bebé, la llamaron Helena que en griego significa «luz que brilla en la oscuridad», aunque los médicos le advirtieron que no viviría más de un par de horas, ha pasado un año desde que Helena estuvo en el hospital y sus padres han compartido por las redes sociales su felicidad junto a su pequeña. «Lidiar con el diagnostico de Helena fue devastador, pero al tratarla como una niña normal nos ha dado la fuerza necesaria para salir adelante, ella es nuestra pequeña princesa», escribió la joven madre.
En la actualidad, los padres han iniciado una campaña a través de las redes sociales, dando a conocer a las parejas cuyos bebés son diagnosticados con esta enfermedad, a no rendirse, pues como relata la feliz pareja nada le impide vivir una vida normal con su bebé.