En la búsqueda por acabar con el peligro y la desgracia de la guerra contra las drogas, líderes de todo alrededor del mundo han levantado la voz ante lo que pareciera ser la necesidad imperante de legalizar las drogas, cualquiera que esta sea. Pocos días atrás, la Comisión Global en Políticas de Drogas liberó su reporte anual en esta materia. El documento hizo énfasis en lo urgente que es acabar con las sanciones de cualquier tipo a individuos que consuman o posean sustancias hasta ahora ilícitas.
«La guerra contra las drogas ha fallado», señalaron, «Y hemos llegado a un punto en el que las consecuencias negativas de aquella lucha han aumentado a niveles insospechados. El número de consumidores ha crecido casi un 20 por ciento en los últimos 7 años y el narcotráfico lleva demasiado tiempo causando estragos en la sociedad».
Además el reporte se refirió a la diferencia entre dañar a la sociedad y ser un merco consumidor de drogas.
«Luego de años denunciando los dramáticos efectos que tiene la prohibición y criminalización en personas que no dañan la sociedad pero que consumen drogas, es tiempo de rescatar los beneficios que presentaría un sistema bien diseñado y bien implementado generaría en la sociedad», señaló el ex presidente suizo Ruth Dreifuss, en un comunicado.
El panel de la Comisión Global en Políticas de Drogas está conformado por un conjunto de reconocidos líderes mundiales, incluyendo el ex secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan, y todos lo demás ex presidentes de Suiza, Colombia, México y Brasil.
Otro punto que tocó el reporte anual fue lo imprescindible que es establecer leyes apropiadas.
«Estas políticas innovadoras no pueden existir sino discutimos, honestamente, el mayor error cometido en el pasado, que es la penalización del consumo personal y posesión de sustancias ilícitas.
Sin embargo, el diálogo entre los líderes mundiales ocurre en paralelo a una realidad muy distinta en otros lugares del mundo. El presidente de Filipinas, Rodrigo Dueterte, por ejemplo, está en medio de una campaña masiva en la que ha llamado a la ciudadanía a ejecutar personalmente a micro traficantes. Más de 3600 personas fueron asesinadas durante los primeros 100 días de Dueterte en el mando.
El filipino también declaró que «los derechos humanos me importan una mierda».
Sin la intervención global, esta desagracia sin sentido podría continuar…