Entre tantas historias de riqueza y enigmas que alberga Venezuela, se cuenta la de «Barrabás», el diamante más grande hallado en el territorio de este país suramericano. Desde Trinidad y Tobago llegaron a esta nación los padres de quien luego se convertiría en el gran descubridor de la joya, James Hudson, a quién sin saber porqué apodaron como al personaje bíblico. Por eso el nombre de la gema.
La familia vivía en El Callao, el epicentro de las actividades mineras en Venezuela, al que llegaron a mediados del siglo XIX africanos, antillanos, ingleses, españoles, brasileros y franceses en busca de oro, refirió el portal Actualidad RT.
A Hudson no le quedó más que dedicarse también a la búsqueda de esos minerales. La sorpresa de su vida se la llevó el 10 de octubre de 1942, cuando trabajaba en la mina «El Polaco» y halló el diamante en una desviación del río Surukun.
Hay una segunda versión, recogida por el diario venezolano Panorama, que señala que «Barrabás» encontró el diamante en estado natural, hurgando en un hueco que se formó debajo de un árbol.
La joya pesaba 155 quilates (31 gramos) y hasta la fecha es el más grande encontrado en el país. El minero sabía lo que tenía en sus manos y decidió viajar a la capital, Caracas, para solicitar al Banco Central de Venezuela que lo resguardara.
Después de hacer las gestiones, los dos «Barrabás» visitaron el Palacio de Gobierno, de donde se cree que la piedra salió con el nombre de «Diamante Libertador».
La noticia se divulgó en las agencias internacionales y la Casa Harry Winston lo compró. Las ganancias para Hudson, según los relatos, fueron pírricas y las «invirtió» en dos días de fiesta en prostíbulos.
El Diccionario de Gemas y Gemología (Dictionary of Gems and Gemology), publicado el año 2000 por Mohsen Manutchehr-Danai, precisó que el diamante venezolano se cortó en cuatro piedras: tres esmeraldas de 39,80; 18,12; y 8,93 quilates cada una; y un corte marquesa de 1,44 quilates, detalló Actualidad RT.
Según Panorama, un pedazo fue a parar en manos del actor Richard Burton y luego al dedo de su amada de ojos violeta, Elizabeth Taylor.