Parecía tratarse de una típica escena en un ascensor. Una mujer que vivía en el edificio, ingresó con valijas, bolsas y cajas en rumbo al trabajo, todo parecía normal hasta que uno de los trabajadores que se desempeña limpiando el recinto encontró en el bote de basura la misma caja que sostenía la joven de 15 años de edad.
Al abrirla, no encontró desperdicios como en un principio imaginó, sino que en ésta yacía un recién nacido, cubierto de sangre.
El hecho ocurrió en un edificio residencial en Shenzhen, China en donde la adolescente botó a su hija que recién había tenido al interior de su departamento. Minutos después de que la joven arrojó a su hija a la basura, un sujeto la encontró y descubrió que estaba cubierta de sangre, pero que afortunadamente aún respiraba.
Tras el macabro hallazgo, personal del edificio llamó a la policía local, la cual tras allanar el edificio, encontró sangre y un olor extremadamente desagradable adherido a las paredes del inmueble.
Según lo establecido por personal uniformado y según las primeras indagaciones, la joven de 15 años que vive sola y trabaja en un salón de belleza, fue directo al trabajo luego de haber dado a luz en su propio departamento.
La policía contactó a sus padres, quienes fueron hasta el lugar para rescatar a la niña que se encontraba con una temperatura corporal baja, para llevarla hasta el hospital. Allí, personal médico manifestó que la niña fue colocada en una caja de regalo, por lo que la sangre que tenía en su cuerpo era producto de un parto exento de medidas de salubridad.
La joven arriesga hasta 15 años de cárcel y el caso pone en tensión nuevamente el tema del aborto.
Upsocl