La combinación de estos dos alimentos explota de nutrientes y beneficios. Consumir chía y avena juntos significa incorporar un suplemento alimenticio completo que además te ayuda a bajar de peso ya que ambos otorgan sensación de saciedad durante muchas horas.
Pero contribuir a lograr una figura esbelta no es todo lo que logran la avena y el chía. Estos alimentos tienen numerosas propiedades. Por un lado, la chía contiene aceites esenciales Omega 3 y Omega 6. Además, previene de enfermedades cardiovasculares, reduciendo los niveles de colesterol «malo» en la sangre. Como si fuera poco, también es antiinflamatoria y antioxidante. Los deportistas consumen mucha chía ya que regenera los tejidos desgastados, con lo cual también es recomendable para quienes sufren artritis.
La avena, por otro lado, es una gran fuente de proteínas, minerales y fibra. Contiene betaglucano, una fibra soluble que disminuye el colesterol «malo» y beneficia la salud cardiovascular. Consumirla regularmente contribuye a que los niveles de azúcar en sangre y triglicéridos se mantengan bajo control.
El desayuno mágico
Además de otorgar energía y nutrición, este desayuno es rápido y sencillo para prepararlo todas las mañanas. La avena se cocina y las semillas de chía se colocan al final, sobre la preparación. Al humedecerse, se expanden favoreciendo que uno se sienta satisfecho y sin hambre. También, este manjar lleva canela en rama y extracto de vainilla, dos especias que le hacen creer al cerebro que estás comiendo dulce.
Se trata de un desayuno que no provee muchas calorías, pero sí grandes beneficios. Proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, fibra natural y grasas saludables; todos ellos incorporarás a tu sistema con un simple y delicioso batido. A continuación, la receta.
Ingredientes
– 500 ml de agua
– 1 taza de avena
– 2 cucharaditas de esencia de vainilla
– 1 cucharadita de canela en polvo
– 2 cucharaditas de miel
– Una pizca de sal
– 4 cucharaditas de semillas de chía
Preparación
1. Calienta a fuego alto el agua, la canela y la vainilla en una olla. Cuando comience a hervir, baja el fuego.
2. Incorpora la avena y cocina todo junto durante 5 minutos. Mantén la olla tapada.
3. Retira la preparación del fuego y déjala reposar durante 5 minutos.
4. Agrega la miel, un poco de sal y mezcla todos los ingredientes.
5. Finalmente, sirve en un tazón o bol y espolvorea las semillas de chía encima.
Antes de empezar a comer, mezcla la preparación con las semillas de chía (puedes triturarlas). Recuerda que no es conveniente agregar leche, ya que te inflará el estómago. También puedes sumarle frutos secos o fresas, moras, plátanos, entre otros agregados.
Fuente: Labioguía