Los casos de vida inspiradores nunca dejan de sorprender. Y así sucede también con el de Charles «Chuck» Feeney, un hombre de 85 años que donó miles de millones que juntó en su vida y decidió llevar un estilo de vida más austero, y no busca reconocimiento por eso.
Chuck acaba de donar 8.000 millones de dólares, parte de una vida de trabajo, como parte de las donaciones que de a poco ha ido realizando en el mundo. Si bien es un filántropo, no todos pueden decir que han hecho lo mismo, ya que él ha donado la mayor parte de su riqueza.
La revista Forbes ha destacado su rol. Él quizás no ha tenido la fortuna más grande, pero sí ha decidido prescindir de ella en mayor proporción, dejando de lado el tener dinero porque sí. De hecho, se calcula que actualmente él ha dado casi en un 400% lo que hoy tiene «en su bolsillo».
Ha juntado dinero para cuidar tranquilamente de la salud de él y su esposa, y a sus hijos, entre otros gastos básicos que calculó para poder donar el resto.
Muchos lo han apodado el James Bond de la filantropía, ya que muchos de sus viajes son precisamente para ayudar a causas benéficas. Y todo esto de manera clandestina, saliendo la información a la luz sólo en los últimos años. Todo lo hace a través de su fundación Atlantic Philantropies, desde la cual ha dado 6.200 millones desde sus inicios, hace más de 30 años.
Feeney era un hombre de clase media que participó en guerras y a través de esto es que logró estudiar, por un programa de veteranos del gobierno norteamericano. Es el creador de la empresa Duty Free Shoppers, de donde ha conseguido su capital.
En comparación con otros millonarios, Chuck vive en un departamento arrendado en la ciudad de San Francisco, no se da grandes lujos e intenta llevar una vida normal ya que, él prefiere tener la satisfacción de que estás logrando algo que es útil para las personas, antes que demasiado dinero.
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