La tristeza no es finalmente el tenor de todos los funerales, sobretodo, si se trata de homenajear la memoria del difunto… Y bueno, algunos se lo toman bastante en serio.
1. El alma de la fiesta
La familia Burbank, oriunda de Nueva Orleans, Estados Unidos, homenajeó la muerte de Miriam, la madre, vistiendo y maquillando su cuerpo como si ella estuviera viva y preparada para una fiesta: la sentaron en una mesa, le pusieron un whisky, un cigarrillo, y bailaron su música favorita: R&B.
2. Las cenizas fumadas
El rapero estadounidense Tupac fue uno de los íconos mundiales del rap. Murió en medio de un tiroteo y, en su honor, los miembros de su banda, Outlawz, mezclaron sus cenizas con marihuana y se las fumaron en un porro para “esparcir en el aire su legado”.
3. Un striptease para el fallecido
En Taiwán se divierten hasta en un funeral: una costumbre difundida en los últimos años consiste en llevar el ataúd a un burdel y pedirles a las bailarinas un show. Un caso muy recordado es el de la familia Jian: cuando el padre murió, su esposa le organizó una fiesta privada alrededor de su cuerpo.
4. Una última chuza
Judy Sunday murió de cáncer en junio de 2013, en Arizona, Estados Unidos, y su familia y amigos le organizaron una despedida con lo que ella más amaba, los bolos: llevaron el féretro a su bolera favorita y todos, vestidos con el uniforme de su equipo, lo empujaron por la línea hasta que tumbó diez pines que formaban la frase: “R.I.P. Judy”.
5. El final del camino
Pocas cosas le importaban más a George Swanson que su Corvette blanco modelo 1984. Su esposa lo sabía, así que cuando él murió, decidió cremarlo y poner sus cenizas en el asiento del copiloto. Luego de la ceremonia, enterró el carro en un cementerio en Pennsylvania, Estados Unidos.