Los bebés siguen aprendiendo mientras duermen

Para el cerebro de los bebés no existe descanso, ni siquiera mientras duermen

Los bebés siguen aprendiendo mientras duermen

Autor: Arturo Ledezma

bebe

Para el cerebro de los bebés no existe descanso, ni siquiera mientras duermen. Los bebés mientras duermen siguen procesando todo lo que han aprendido a lo largo del día. Los investigadores han descubierto que los bebés de nueve a dieciséis meses recuerdan mejor los nombres de objetos después de una siesta corta.

Después de dormir transfieren nombres a nuevos objetos similares aprendidos. Los investigadores mostraron también que la formación de categorías está relacionada con una actividad rítmica típica del cerebro para dormir llamada husos de sueño.

Los bebés con una actividad alta de sueño tienen mayor facilidad para generalizar sus experiencias y el desarrollo de nuevos conocimientos mientras duermen.

Sin duda alguna, cabe destacar que el sueño es mucho más que la relajación de nuestro cerebro. El flujo de información desde los órganos de los sentidos se corta en gran medida fuera mientras dormimos, pero muchas regiones del cerebro se mantienen activas.

Dormir ayuda a afianzar más el conocimiento y la memoria

bebé durmiendo

De esta forma y tras varias investigaciones sobre nuestro cerebro, se cree que el cerebro mientras dormirmos es capaz de recuperar las experiencias recientes, consolidando así los nuevos conocimientos y su integración en la memoria existente, gracias al fortalecimiento, re-vinculación o incluso desmantelamiento de las conexiones neuronales.

Es decir, el sueño es indispensable para nuestra memoria. En el estudio de la memoria infantil, se realizaron sesiones de entrenamiento donde se mostró a los bebés una serie de objetos mientras escuchaban los nombres ficticios asignados a dichos objetos.

Algunos objetos eran similares entre sí, variando solo proporciones, colores o algún que otro detalle.Registraron la actividad cerebral de los bebés durante este proceso y un grupo de niños pasó las siguientes dos horas durmiendo, mientras que otros se quedaron despiertos.

Tras hacer un análisis de los resultados, los investigadores confirmaron que el grupo de bebés que habían dormido tuvieron una mayor actividad cerebral y consiguieron recordar más nombres que el grupo que no durmió siesta.

via Vitonica


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